miércoles, 30 de septiembre de 2009

A propósito de Misses... Puras Joyitas


Aprovechando el coletazo dejado por el infame y siempre divertido Miss Venezuela2009, voy a pedir permiso o perdón para rescatar de mi disco duro las impresiones y entrevistas que hice a Henry Rivero y César “Perrote” Oropeza con respecto a una de las películas venezolanas más populares de la última década: Puras Joyitas.

Los realizadores estudiaron juntos en la UCAB y han trabajado y crecido en el mundo de la publicidad dirigiendo comerciales y video clips. Hace varios años elaboraron un plan maestro que los llevaría en Diciembre de 2007 a dar su gran golpe: Estrenar su primera película.

Y lo lograron. La corona del concurso de belleza más importante de Venezuela “brilló por su ausencia” cuando la banda de pillos “Los Entendidos” se echó al pico uno de los tesoros más grandes de la cultura popular de nuestro país. Lástima que la organización Miss Venezuela se negara a prestar el nombre del concurso y tuvieran que mantener términos tan genéricos. ¡Que falta de visión la de esta gente!

La película fue sin duda un salto del cielo a la tierra comparado con lo que la gente estaba acostumbrada a ver en cine venezolano y es que desde 100 Años de Perdón, no habíamos visto en Venezuela a un grupo de sin vergüenzas tan pavo: Mario Cimarro, Jorge Palacios, Erich Wildpret, Miguel Ferrari, Juan Pablo Raba, Albi De Abreu, Vudú, Julie Restifo, Eileen Abad y Gabriela Vergara.

Lo novedoso fue que estos ladrones no venían del barrio ni del malandreo, sino que bebían de aguas mucho más estilizadas como las de Ocean’s Eleven o Snatch, huyéndole al realismo social que tanto daño ha hecho a nuestro cine y evocando el tono de las caper movies, donde el botín no es tan importante como la pinta de los personajes y el rebuscado plan para obtenerlo. Si a esto le agregamos un montón de misses en el elenco, la cosa parecía un tiro al piso.
Henry: De las 10 misses que estuvieron en el cuadro final del 2007, 6 estuvieron en Puras Joyitas.
César: Trabajar con ellas fue una nota. El guión les encantó, siempre estuvieron fascinadas de participar a pesar del ritmo de trabajo que tenían dentro del concurso.
Henry: El comentario social sobre la belleza y los concursos está en la película y ellas lo entendieron de inmediato. En clave de humor, nada aleccionador, pero ahí está. Las chicas tripearon y lo hicieron excelente.

Y Así Nació el Plan…

Henry: Hace años queríamos hacer un cortometraje sobre un recolector de basura que es devorado por su propio traje, pero no conseguimos financiamiento.
César: Hay veces que los cineastas se empecinan en hacer su obra maestra, nosotros sólo queríamos hacer cine. Ese era nuestro objetivo principal.
Henry: Por eso un día nos decidimos a trabajar con premisas más digeribles para conseguir financiamiento y para un equipo humano que va a dedicar 2 años de su vida a este trabajo. Hicimos una lista de 10 premisas, ordenadas por prioridades, bajo varios criterios. El primero, que la idea fuera barata…
César: Cosa que Joyitas no es.
Henry: Segundo, que sea muy venezolana.
César: Que estuvo a punto de no serlo.
Henry: Y tercero, que tenga que ver con robos. Total que joyitas estaba como de sexto en la lista. Le comenté la idea a Edgar Ramirez, quien estaba pendiente de nuestro proyecto del recoge latas y el brillo en su cara fue tal, que me hizo llamar de inmediato a César y decidirnos por esa historia.
César: Queríamos que la película fuera fácil de vender, de digerir. La premisa era poderosa y había suficiente carne para trabajar. Sumado a eso, nos conseguimos con reacciones super positivas de todas las personas a las que se la contábamos.
Henry: Para finales del 2006, el 25 de Diciembre, el niño Jesús nos regaló el guión ya listo.

De inmediato comenzó el tema del financiamiento. La premisa de la historia les abrió muchas puertas, la idea llamaba la atención, pero necesitaban un primer patrocinante de peso que rompiera el hielo y diera la confianza suficiente al resto de los inversionistas. En un primer momento, trataron de acercarse al canal de televisión patrocinante del concurso de belleza más importante de Venezuela, pero todo se dilató y quedaron fuera de la película. Por esta razón y a pesar de estar algo reacios por experiencias anteriores, se decidieron a concursar por el financiamiento del CENAC, el cual obtuvieron para su sorpresa. Esto facilitó la suma de todos los que vinieron después.
César: Nos asesoramos con allegados de publicidad, esa era una de nuestras ventajas como gente del medio. Debes ser un showman y especialista en vender tu idea. Es una de esas cosas que desarrollas con el tiempo, paralelo a tu talento como creador.
Henry
: Hicimos una presentación en Power Point, tratando de explicar cómo nuestra película podía significar un retorno de inversión para el patrocinante. En ese sentido, hacer una película es parecido al negocio inmobiliario: Se acerca un arquitecto con un proyecto, un terreno y te dice que más o menos en 18 meses, va a montar un edificio y vas a tener un retorno de tu inversión con un porcentaje de ganancia.

César: El norte desde el comienzo fue que el producto fuera de calidad. Por eso cuando estábamos en ciertas etapas de producción y veíamos que había que invertir más dinero del que teníamos presupuestado, nunca nos detuvimos, ni tampoco nuestros inversionistas.
Henry: Todo lo que a nivel económico se le asignó al proyecto está en la pantalla, cada Bolívar está justificado. A veces uno ve películas que alardean de sus presupuestos y cuando las ves… Te preguntas dónde quedaron todos esos millones.
César: Y aquí no hay solamente dinero, aquí hay sudor, sangre, lágrimas y todo está ahí. Mi camioneta está totalmente destartalada, no hay ni un bolívar de lo que nos han asignado que haya sido usado para otra cosa. Al final, todo ese dinero es de los venezolanos. Ya sea de los inversionistas privados o del CENAC, teníamos la responsabilidad de responder al país con un producto de calidad.
Henry: Creo que cada vez será menos complicado conseguir financiamiento, en la medida en que se sigan haciendo proyectos en donde la audiencia pueda sentirse identificada, donde puedan responder a un producto de calidad. Despertar el interés del público es vital para que podamos levantar un cine como el nuestro. El hermetismo autoral, no implica que debas distanciarte de tu audiencia.
César: Puras Joyitas, puede terminar siendo algo tan tangible como un edificio, más incluso, los edificios se caen, las películas quedan en la memoria de la gente.

El Plan

El alboroto que se formó en el Miss Venezuela 2007, cuando un hombre se montó para robarle la corona a Miss Amazonas, fue confundido en algún momento como parte de la estrategia de promoción de Puras Joyitas. Sin embargo, el loco que puso a correr a todos los del equipo de seguridad que estaban en el Poliedro, no fue más que otra afortunada casualidad que ayudó a aumentar las expectativas del público en torno a la película. Y es que por primera vez en mucho tiempo, los realizadores no descuidaron la importancia de la etapa de promoción y diseñaron una estrategia de mercado sin precedentes para promocionar una película venezolana.

César: Hay varias peleas que lograr en este proceso de hacer una película, pero la más difícil es lograr que la gente vaya a la sala.
Henry: En Venezuela el tema del presupuesto es un tema largo y espinoso. Aquí nunca se ha diseñado una campaña de promoción grande, que es a veces tan importante como la película que estas haciendo. Los costos de realización no permiten asegurar parte de tu presupuesto para la promoción. Nosotros tuvimos en cuenta ese presupuesto desde el comienzo, queremos que el primer fin de semana vaya mucha gente y el boca a boca haga el resto.
César: Queremos hacer hasta muñequitos, para poder ganar esta primera pelea. No es descabellado que hasta saquemos un disco con la banda sonora de la película, la hizo el guitarrista de Bacalao Men y es de otro planeta. Hasta vamos a rifar un carro.

Henry: En un mercado tan pequeño como el nuestro, hacer una película con un presupuesto alto, es un riesgo inmenso. Debemos hacer todos los ejercicios de mercadeo para garantizar un público que salve la inversión. Por ejemplo, inyectando dinero en el trailer, tanto como solía gastarse para la promoción total de una película venezolana.
César: Incluso tenemos un blog, donde más allá de promocionar Puras Joyitas, tenemos la esperanza de que el lector pueda rescatar algún dato de nuestra experiencia y lo aplique en sus propias producciones.
Henry: Yo quería que la película fuera como una suerte de pasantía, donde la gente pudiera aprender y además dejar registro, para que los cineastas que vengan después, no cometan los mismos errores que nosotros. Tal vez nosotros no volvamos a hacer una película, pero el que viene más adelante no puede repetir nuestros errores, porque así todos podríamos seguir creando mejores películas.

La Secuela

Recuerdo que fui con mucho optimismo a la sala. Lo primero que llamó mi atención fue la publicidad por emplazamiento. Demasiado bandera. Entiendo que probablemente en el set tendrían a alguien de la marca encima verificando que sus botellitas estrella tuvieran la mejor apariencia posible en cámara, pero creo que se pasaron… Digo, una nevera repleta de botellitas en perfecto orden, planos casi frontales del producto, ¿No hubo maneras más sutiles de presentarlas o era exigencia del patrocinante?

Lo otro, realmente grave… Mario Cimarro. El pana no me gustó nada y tampoco a mi esposa (entonces novia) que prácticamente se quedó dormida. Los intentos del protagonista de Pasión de Gavilanes por disfrazar el acento le restaron fuerza, pero además, el tipo era demasiado plano, discursivo, ¡Una ladilla!… Sobretodo, siendo él quien habla de “lo que somos” de “Nuestro país”, un tipo que ni es venezolano, se hace difícil de creer. Creo, si no me equivoco, que su presencia en la película también fue resultado de una concesión importante para obtener patrocinio. Tal vez nunca lo sepa, pero sea cual sea la causa, fue un error brutal. Contrariamente, Tio André, Rodilla y Fun Boy estuvieron muy bien interpretados/casteados.

Por otra parte, se me hizo lenta. No tiene muchos picos. A pesar que el guión está muy bien blindado y no deja hilos sueltos al final, pero llegar hasta el momento en el que todo engrana, se hace eterno.
Usaron recursos visuales divertidos, la música está brutal (El tema principal me recuerda al tema inicial de Cowboy BeBop de Yoko Kano) y en el tercer acto el ritmo sube, los chistes funcionan y cierra arriba. A mi particularmente, el final me dejó con ganas de ver una segunda aventura de “Los Entendidos” donde puedan pulir un poco más los detalles de sus próximo golpe.
Dos años después de su estreno, sus realizadores aún no completan sus segundos trabajos (Por separado), pero tranquilos, vienen por ahí. César prepara un largometraje de acción titulado Muere Callado. De Henry no tengo idea, pero creo que también está rodando.
Un cineasta que ese mismo año también estrenó su opera prima, me comentó que le parecía absurdo que una película venezolana llegara a costar más de 3 mil millones de bolívares (como Puras Joyitas), cuando en realidad, no hay público suficiente en el país que vaya al cine para cubrir tal inversión.
A la película no le fue mal. Aún no se consigue en DVD, como suele ocurrirle a las cintas venezolanas, pero sí quedó en el inconciente colectivo como un caso atípico de buena factura técnica y temática comercial, que tal vez haya logrado restaurar un poco de la fe perdida (con razón) en nuestro cine.

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