viernes, 18 de septiembre de 2009

VENEZZIA o el modesto Titanic venezolano (Parte 1)


Titanic, Australia, Pearl Harbor, La Mandolina del Capitán Corelli y un largo etcétera… La formulita de montar historias de amor enmarcadas en hechos históricos no es nada novedosa. Lo que sí es nuevo, es que una de estas historias tenga lugar en Venezuela en plena Segunda Guerra Mundial.

Haik Gazarian fue manager de Ruddy por 23 años. Aunque está poco claro qué tanto tuvo que ver con la incursión de la actriz en el mundo de la música con el disco Espejismo (1990), puede decirse que la unión de ambos fue más que exitosa. Sin embargo, las ambiciones de Gazarian apuntaban hacia la gran pantalla.

Estudió cine en la ciudad de Nueva York, realizó comerciales, videos musicales, programas de televisión y hasta trabajó 4 años como parte del equipo técnico y de efectos especiales de películas como Una Mente Brillante, Harry Potter y la Cámara Secreta y Misión Imposible. Luego de engrosar su currículum, Gazarian quiso desarrollar una historia de amor caribeña enmarcada en hechos reales. Ese, fue el génesis de Venezzia.

Haik: “Mi padre fue un sobreviviente de la guerra y siempre me apasionaron sus historias. Por eso para mí era importante dar el punto de vista nuestro, qué había pasado con nosotros en esos años. Me puse a investigar el asunto y descubrí que el papel de Venezuela fue clave.”

Ruddy:
“Muy pocas películas muestran este lado de la guerra. Siempre tenemos el internacional, pero nunca el del Caribe. México dio enlatados, nosotros dimos combustible. Venezuela tomó una parte más importante de lo que la gente cree.”

Haik:
“Yo ya había desarrollado la línea de la historia y los personajes en 1996. Ruddy y yo tenemos buenas relaciones creativas con los colombianos, estamos trabajando allá desde 1989, así que quisimos blindar el guión con escritores que tuvieran experiencia cinematográfica. Así, entramos en contacto con Jörg Hiller y Valentina Rendón, que habían realizado, Soñar No Cuesta Nada, la cinta más taquillera de Colombia en aquel entonces.”

Hoy, después de una inversión mayor a los 2 millones de bolívares fuertes, Venezzia llega a las salas con 13 años de trabajo a cuestas. Para su director, no fue sólo trabajo, sino una labor de amor. “Juntamos lo mejor de lo mejor. Queremos que la vea la mayor cantidad de gente posible, quiero que los venezolanos conozcan la historia. Es una película venezolana, pero con un mensaje global. La espina dorsal de la historia es una historia de amor, el lenguaje universal. Cine, global, para todo el mundo, a nuestro estilo, pero muy universal.”

¿Prometedor, verdad? Yo quedé picado. Aunque Gazarian pretende dar a conocer la importancia de Venezuela en un conflicto poco conocido por los venezolanos, esta anécdota no resulta más que un pretexto, un telón de fondo muy superficial, para narrar la convencional historia de amor entre Venezzia, una mujer medio ciega sometida por el marido, y el personaje de Alfonso “Poncho” Herrera, un espía norteamericano que viene a proteger del saboteo al principal proveedor de petroleo de las fuerzas aliadas en el Caribe.

En cuanto a la producción, es resabido que hacer cine en Venezuela es caro y difícil, pero hacer una película de época y además de guerra, resultaba un reto aún mayor. No sólo era un tema de vestuarios y escenografía, había que recrear desde cero y con efectos especiales lugares, batallas y embarcaciones militares que ya no existen. Organismos como el CENAC, La Villa del Cine, el Ministerio de la Cultura y las gobernaciones de los estados que sirvieron como locación, aportaron su ayuda para hacer realidad esta cinta que transcurre en la Venezuela de los años 40. Sin embargo, el 60% de la cinta fue financiada por capital privado gracias a nombres como Tony Fadell, Edgar Ramírez y debutando en estas lides, Ruddy Rodríguez.

“Me presento ante la sociedad como Productora Ejecutiva. La experiencia fue excelente. Somos literalmente los malos de la película. Los que decimos: Hay plata, no hay plata, linda la idea, pero no. Uno tiene que amarrar el bolsillo, saber a donde van los recursos, que sean gastados en tiempo exacto. Y es que mucho puede pasar durante el rodaje que puede poner en peligro la culminación del proyecto.” Comenta Ruddy.

Disculpen si voy graneando la información en cómodas cuotas. No quiero aburrirlos con demasiado texto ni mucho menos dar comentarios más personales antes del estreno. Aún queda una entrega más sobre Venezzia, espero sigan con ganas de pasar por aquí cuando la publique la semana que viene.

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