jueves, 19 de noviembre de 2009

Erich Wildpret, Corta la Lejanía

He estado posteargando esta nueva entrada en aras de entrevistar al director José Ramón Novoa, responsable del último estreno venezolano del año, Un Lugar Lejano. Pero no lo soporto más, me cansé de esperar. Así que mientras aparece "El Don", le entramos a la película de retruque con la entrevista que realicé para la Revista Sala de Espera al protagonista del filme, Erich Wildpret. Un tipo que no suele encabezar titulares de prensa escandalosos, no da declaraciones polémicas, ni convierte su vida sentimental en un circo al alcance de todos. Su presencia en los tabloides es tan intermitente como la aparición de películas venezolanas en cartelera, que aunque pocas, hacen de Erich uno de los talentos más solicitados del cine nacional.
Dicen que le gusta el anonimato. Que es reclusivo, intenso. Personalmente encuentro estos juicios contradictorios, pues a mí entender, en su mayoría, un actor es alguien que en el fondo (y en la superficie) disfruta de ser visto. De lo contrario no se pararía frente a una audiencia para que lo vean miles de personas, ¿No? Así que si de adjetivos se trata, prefiero tildar a Erich Wildpret de actor profesional. Uno de verdad. Formado en las tablas de teatro y no en los gimnasios o pasarelas. Que se muestra y trabaja sólo en función de los personajes que interpreta y no de su imagen ante el público. Que se compromete primero con las ideas y energías de lo que va a interpretar. ¿Intenso? Sin duda, pero poco le importa.

“No sé trabajar de otra manera. Me encantaría tener otra forma de trabajar, pero no puedo. Hay actores que pueden manejar mil cosas a la vez sin que eso implique un detrimento de su trabajo y eso me encanta. Yo no puedo.” Comenta Wildpert.

-¿Qué no estarías dispuesto a hacer como actor?
- “Si no hay compromiso con la historia, no se le dice nada a nadie y es más un tema de mercado, me lo pienso. Si la película es de terror y la historia tiene sentido y dice cosas con las cuales comulgo, no tengo problema. Me cuesta trabajar cuando no hay compromiso con lo que se está haciendo. Suena tal vez un poco radical, pero no es así. En cambio, cuando las personas como Elia Schneider y José Ramón Novoa, están tan comprometidos con lo que hacen, para mí es muy fácil hacer el trabajo.”

Todo un piropo si consideramos que Erich se da el lujo de rechazar las múltiples ofertas que le llegan para trabajar en televisión. Las telenovelas no son lo suyo. Para lo que no chista, es para aceptar volver a trabajar con el matrimonio responsable de crímenes como Punto y Raya, Sicario, Huelepega y El Don.

La gran diferencia con las cintas anteriores, es que en esta coproducción iberoamericana no hay ni un tirito, los barrios marginales se cambiaron por los paisajes de Galicia y la Patagonia y el elenco, es internacional: la bella Marcela Kloosterboer, el español Tristan Ulloa (quien repite en Venezuela luego de aquel barranco llamado Maroa) y por supuesto, Erich en el papel protagónico.


Su personaje, Julian, es un fotógrafo frustrado al que le acaban de descubrir un cáncer terminal. Luego de atormentarse con recuerdos, convertir su casa en un chiquero y caerle a gritos a Elba Escobar en el cameo más absurdo de su carrera, el personaje de Julián tiene una visión... Sueña con una foto que nunca ha tomado. Un trensito en medio de la nada. Con las fuerzas que le quedan, se aventura hacia ese Lugar Lejano, donde no sólo encuentra la foto, sino a una mujer y eventos inesperados que cambiarán su manera de ver el tiempo que le queda. Todo a lo largo de 2 interminables horas, de un ritmo lentísimo y de unos cuantos planos desenfocados que no tienen perdón de Dios.
“La película habla de un viaje, yo en lo personal siento que es un viaje exterior como excusa hacia un viaje interior. Nosotros siempre pensamos en el tiempo como algo que siempre está ahí. Incluso cuando se te anuncia la muerte de un familiar, cuando vez en las noticias que se cae un avión, uno piensa que esas cosas no nos suceden a nosotros. Caracas es una ciudad insegura, pero a mí no me ha tocado y sigo no tomando precauciones al respecto. No pensamos en esas cosas salvo cuando nos toca de una manera directa e inminente a la cual no podemos darle la espalda. Ese es el caso de Julian. Ël empieza a cuestionar todas las decisiones que ha tomado en su vida y se da cuenta que ninguna la hizo por las razones que para él ahora tienen significado.”
- ¿Piensas en la muerte? ¿Cuál es tu relación con ella?
- “Es muy activa. Tal vez tendría que empezar porque en este momento, no me preocupa. Capaz que me preguntas en tres meses o un año y el pánico que tengo ni te lo cuento, pero en este momento de mi vida, no. Creo que de cuando en cuando, tenemos que recordar la existencia de la muerte para ser responsables de lo que significa estar vivos.”

- ¿Y a qué le tienes miedo?
- “Sí siento temor por la ignorancia. No hablo de sabiduría, sino de ese desdén, despreocupación por el otro. Ignorar al otro, ignorar la vida de los demás y el posible efecto que uno pueda tener en ellos. El “Yoismo”. Olvidarse de lo demás voluntariamente me asusta, actualmente estamos pasando por circunstancias en el país que vienen de eso. Y tenemos que aprender de eso. Si hay algo a lo que le tengo temor es al desconocimiento del otro. Y a dar las cosas por sentado."

- Vives en Los Ángeles, tienes trabajo allá y sin embargo, prefieres trabajar en Venezuela.
- “Hacer cine en Venezuela, para mí tiene mucho sentido. Obviamente afuera las condiciones son mucho mejores, mejor producción, distribución, remuneración, un trabajo te abre las puertas de otro, sí, todo es verdad. Pero es verdad pensando sólo en las cosas que me convienen a mi. Pero allá las cosas ya están hechas, hay una industria que nosotros no tenemos. Y por eso es que para mí tiene sentido seguir haciendo cosas aquí. Porque creo que aquí estamos en esa etapa que nos define desde lo cultural, estamos reencontrándonos con lo que somos, aquí los directores literalmente hipotecan sus casas para poder financiarse su película. Eso es compromiso.


- De un tiempo para acá se te ve mucho en la pantalla.
- “Ha sido absolutamente circunstancial. Un Lugar Lejano se rodó hace dos o tres años atrás. Y tengo otros proyectos que se han rodado antes y que aún no han salido. Desautorizados de Elia Shneider, El Dïa de los Pobres de Diego Velazco, El Paraíso del Más Allá de la gente de Cinema Sur y Muerte en Alto Contraste de César Bolívar. La intención no fue la sobre exposición, sino la experiencia de trabajar con gente con la que comparto las cosas que tienen que decir.”


- Has trabajado con varios directores importantes de Venezuela, ¿Qué tienen los Novoa que los hace tan especiales como para repetir la experiencia?
- “Mi acercamiento a ellos vino primero por lo humano, antes que por su trabajo. Yo vi una obra de teatro de Elia, La Lección, que me impactó mucho y sabía que quería trabajar con ella apenas hubiera oportunidad. Cuando comenzamos a hacer cine, fue que comencé a buscar las películas de José Ramón.”
- ¿Y con qué otros cineastas venezolanos logras esa conexión?
- “Mi película venezolana favorita de todos los tiempos es Homicidio Culposo. Lo que me dijo a mi esa película en aquel momento, fue lo que me hizo querer trabajar con César Bolívar. Seguimos sin entender cuál es el lugar que ocupa nuestro cine, pero a mi esa película me dijo mucho y me ubicó. También me encanta el trabajo de Diego Rísquez, a nivel de estética está constantemente probando cosas nuevas. Jericó de Lamata es un peliculón. Son muchos. ”



“Cualquier persona que asuma el arte con compromiso y como una tribuna para intercambio de ideas, hace que me quite el sombrero. Me alejo de lo fácil que puede ser trabajar sin amor, de todo lo que va a lo mecánico. Lo otro no se ve tan a menudo. Conecto con quienes trabajan con pasión y compromiso, más allá del resultado. La pasión detrás es lo que me interesa.”

¿Lo mejor de Un Lugar Lejano?
Las actuaciones en general. Todos están excelentes, Erich nuevamente no decepciona. También tenemos la belleza de su coprotagonista, el desnudo de su ex esposa, la fotografía en 70 milímetros (a pesar de los fuera de foco) y el hecho de que el guión de la película sea una adaptación de una novela, el argumento se siente completo y redondo a pesar de no tener mucha novedad y de su falta de ritmo. También sorprende la dirección. No parece que fuera el mismo Novoa que pecó tantas veces en el pasado con películas de muy mala factura. Sólo una duda que espero disipar si logro hacerle la entrevista, ¿Se podrá seguir haciendo el mismo cine de denuncia que solía hacer Novoa en la Venezuela de la Revolución Bonita? ¿Podrá dirigir Novoa ese tipo de historias con la misma destreza que demostró en Un Lugar Lejano? !No se pierdan la próxima Bati entrevista!