lunes, 26 de julio de 2010

Fina Vuelve

Rarísimos y poquísimos son los casos en los que más de una película venezolana tiene su chance en las carteleras. Este viernes los planetas se alínean y no habrá 2, sino 3 cintas criollas en exhibición: Hermano (que ya superó la berrera de los 100 mil espectadores), Cheila: Una Casa pa' maíta (que aún no he podido ver, pero de la que pronto tendrán un review), y finalmente, la esperada cuarta película de Fina Torres, Habana Eva.

Digo esperada, porque en el imaginario popular del minúsculo mundo cinematográfico venezolano, Fina Torres es considerada como una de las duras. Sólo ha rodado 4 películas, pero de todas ellas se puede hablar largo y tendido, tanto por su calidad (sí, incluso Women on Top tiene lo suyo), como por el impacto que han tenido para el cine venezolano.

Toda una generación de veinte añeras debe su nombre a su ópera prima, Oriana (1985), que no sólo suele ser recordada como una de las mejores películas venezolanas de todos los tiempos, sino que además tiene el tupé de ser la segunda cinta venezolana (después de Araya de Margot Benacerraf) en haber sido premiada por el Festival de Cannes con la Cámara de Oro.

Su segundo trabajo, Mecánicas Celestes (1995) fue recibido con aplausos en el extranjero y le abrió las puertas para rodar en Hollywood, Women on Top (2000), donde tuvo la oportunidad de dirigir a una joven y ascendente Penélope Cruz. La peli no fue precisamente un éxito, pero sí era técnicamente correcta (Cosa que a veces es mucho decir para nuestro cine), con propuestas medianamente originales y un soundtrack bestial.

¿Qué quedó de su paso por Hollywood?

- Esa industria nunca fue mi objetivo. Desde joven siempre preferí el cine europeo al americano; nunca me atrajo Hollywood. Por eso estudié y trabajé en Francia. Pero Mecánicas Celestes tuvo mucho impacto en el festival de Toronto y Sundance, la compraron distribuidores americanos, y a partir de allí me empezaron a llegar invitaciones y propuestas desde Los Angeles “las cuales acepté” por pura curiosidad. Fue interesante ver el contraste entre un cine independiente y de autor y la verdadera maquinaria americana de los estudios. Así que me dejé llevar con la corriente y la verdad aprendí mucho sobre esa industria que es otro mundo, totalmente de negocios, y que está en permanente cambio siguiendo los tumbos de la economía.

¿Volvería a trabajar allí?

- No. Lo que más valoro es la libertad creativa y eso es muy difícil en ese sistema de producción. Prefiero hacer cine realmente independiente, así sea difícil y lleno de limitaciones.

Un Té en La Habana

Ha pasado una década desde su última producción, pero por fin, luego de más de 3 años de trabajo, millón y medio de dólares, intentos de secuestro a su actriz principal, peleas en el set y conflictos con la piratería, llega su cuarta película como directora, protagonizada por Prakriti Maduro y Juan Carlos García; Esta vez, no de la mano de Hollywood, sino de La Villa del Cine, institución que no tuvo problemas en abrazar el nuevo proyecto de Torres que debía filmarse casi completamente en Cuba.

La directora soñaba con filmar allí desde que la visitó por primera vez en el 86 cuando exhibió Oriana, por eso cuando el guión Habana de Jorge Camacho llegó a sus manos, no lo pensó 2 veces. Pero aunque se quiera tapar el sol con un dedo, no es secreto que si limitaciones sobran en el cine latinoamericano, más lo hacen en la isla.

“Hubo muchos retos logísticos." Cuenta Fina. "Tuvimos que traer materiales y maquinas que no se encuentran fácilmente en Cuba. También hubo problemas para comunicarse con el exterior, tanto por teléfono como por Internet, y esto era una coproducción con su base en Venezuela.”

Prakriti Maduro, la protagonista de esta historia, también recopila algunas anécdotas del rodaje. “Dicen que unas actrices cubanas me querían secuestrar, que el material de la película que llegaba a Caracas se vendía directo en la autopista, que los actores cubanos usaban apuntador, que Juan Carlos García golpeó al director de fotografía porque lo dejaba en la sombra, y que la película se tuvo que filmar dos veces. Todo fue verdad, salvo que se filmó dos veces.”

Los resultados de la experiencia llegaran a las salas el viernes. Yo ya tuve oportunidad de verla, así que en lo que termine de saldar mi deuda con Cheila, les traigo mis comentarios y más testimonios de Fina Torres sobre la realización de la película.

martes, 20 de julio de 2010

Trailer: "Las Caras del Diablo"

Nuevamente vía Blogacine nos llega un trailer recién salido del horno.  Se trata de la nueva peli de Carlos Malavé, quien está a punto de convertirse en el cineasta con el ritmo de trabajo más productivo del país.  Luego de haber estrenado Por un Polvo en el 2008 y de haber producido otros proyectos, llega al 2010 con 3 películas debajo del brazo  rodadas en video, hechas con bajo presupuesto y en el caso de Las Caras del Diablo, con diálogos improvisados sobre una estructura de guión.   Gran parte del cast ya ha trabajado antes con Malavé y estoy casi seguro de que seguirán apareciendo en sus películas, que dicho sea de paso, son de género.  Acción, suspenso y Humor  Malavé stile.   Estreno el 17 de Septiembre.

jueves, 1 de julio de 2010

Hermano: Golazo!

La ópera prima de Marcel Rasquin a primera vista parece sólo una película de fútbol. Pero es mucho más. Es también un drama familiar que se apodera de la adrenalina, entorno y emoción de este deporte para hablar de vínculos y la posibilidad de alcanzar un sueño. Tan cursi, clichoso y comercial como suena, la película es un palo y puede que la pegue del techo con el público cuando se estrene este viernes.

Desde hace meses se viene hablando de Hermano como una de las cintas capaces de marcar el esperado “gol” en cuanto a calidad técnica y aceptación del público venezolano. El filme ha ido sumando comentarios positivos a diestra y siniestra, triunfó en el Festival de Moscú y ha generado una enorme expectativa que hasta la convirtió en vehiculo de comunicación para el desarrollo en un proyecto de UNICEF.

Para quienes se lo preguntan, la respuesta es NO. No es un remake criollo, ni una copia, ni nada parecido a la película mexicana Rudo y Cursi, que tiene una premisa bastante similar. Marcel estuvo negado a verla hasta completar la filmación y cuando por fin vio la cinta de Carlos Cuarón, respiró aliviado. Nada que ver una con la otra.
Además de que los protagonistas son hermanos y de que hay fútbol en ambas películas, la mayor similitud que existe entre las cintas es que su mayor fortaleza está en las actuaciones. Los protagonistas de la cinta de Rasquin tenían que ser dos chamos prácticamente adolescentes, que además de tener un talento futbolístico tipo Messi o Zidane, debían soportar dramáticamente la historia sobre sus hombros.

“Fue una tarea muy ardua encontrar el talento.” Cuenta Marcel. “Comenzamos a buscar un año antes y vi chamos de todos lados. De televisión, teatro, escuelas de fútbol me las conocí todas. A quienes venían a las pruebas, no les mostraba el guión. Conversaba con ellos, les preguntaba de su vida, tratando de indagar cuanto de su realidad tenía que ver con los personajes que iban a interpretar, pues si para algunos personajes iba a trabajar con “no actores”, tenía que al menos encontrar lazos muy claros de la vida personal de esa persona con la vida de los protagonistas. Al final, hice como 600 entrevistas para los dos protagónicos y encontré oro.”

Así, Fernando Moreno interpreta al hermano menor, un genio del balón, que marca goles excepcionales y tiene una convicción importante con su familia pues no es hijo natural, sino hermano de crianza. Un descubrimiento para las pantallas que el director describe como “El próximo Gaél García Bernal o el próximo Edgar Ramírez. Ese chamo es un monstruo.”

“El hermano Mayor, Julio, lo conseguí en Guatire.” Cuenta Rasquin. “Estábamos viendo locaciones y vimos una “caimanera”, alguien me dijo que había un chamo por ahí que se llamaba Eliú. Él no había visto una cámara en su vida. Vino a la entrevista y se abrió muchísimo conmigo. Encontré en él un actor excepcional.”
“Cerré el casting 6 meses antes de filmar, cosa que no se hace aquí en Venezuela, fuimos a taller de actuación y desarrollo de personajes con Prakriti Maduro, Beto Benitez y Edgar Ramírez, hicieron un taller de formación actoral de 6 meses súper intenso. Cuando llegamos al set, conocían de arriba a abajo a sus personajes, conocían la película al pelo, salvo algunas escenas que guardé para improvisarlas en el set. En las mañanas, entrenaban con el Caracas Fútbol Club, diariamente, para que también sintieran de cerca la experiencia del atleta profesional. No son actores famosos, pero son actores fabulosos.”

No Más Prórroga

Desde que se anunció su inminente llegada a los cines, Hermano ha tenido al menos 5 fechas tentativas de estreno. Ya finalmente, el público podrá apreciar la primera película de uno de los directores más conocidos en el mundo publicitario venezolano. Rodada en 50 días en formato 16mm, el mayor reto del rodaje fueron las escenas de fútbol.

“Es “jodiísimo”. En el setting visual de una película de béisbol, el drama suele centrarse entre catcher y pitcher. Pero en fútbol, la acción puede estar en cualquier parte. La audiencia está acostumbrada a ver transmisiones de fútbol con más de 20 cámaras. La transmisión de la champions que yo investigué tenía más de 30 cámaras en el campo. Yo obviamente no me podía dar ese lujo, pues tenía una sola. Debía coreografiar y repetir una y otra vez jugadas que terminaban siendo un suplicio horrible. Lo que sí pude hacer, es lo que no pueden hacer las cámaras de televisión… Meter la cámara en el campo como si se tratara de un jugador más. Siento que la película narra el fútbol de forma osada y con adrenalina, como si tú fueras parte del juego.”
Y lo certifico. Si algo tiene Hermano, es buen ritmo. Yo hubiera prescindido de algunos montajes musicales al son de bandas locales, pero con todo y eso, la película se siente dinámica y logra emocionar. Es un Tearjerker como pocos hemos visto en el cine venezolano. Nuestro Slumdog Millionare. Melodrama social. Con ranchos, malandros, lazos de familia y sueños por cumplir. El guión está muy bien, tiene giros inesperados, risas y momentos que impactan. ¿Que es comercial? ¿Que es otra vez cine de barrios y malandros? Sí y no. Hermano se siente fresca, pensada para Venezuela y más allá. !Joder, que hasta lo cursi funciona!

"Creo que Hermano va a generar una ruptura en el cine venezolano.” Cuenta Marcel. “Mi relación con el cine venezolano es de amor odio. Yo ahora formo parte del cine venezolano, que tristemente, se considera un género en si mismo. Estamos los cineastas trabajando por segmentarlo mejor, creo que hay espacio para contar historias de todo índole y de todo tipo, de todos los andares de la vida, pero sí ha padecido de muchos problemas que se ven en la pantalla y que en definitiva percibe el espectador, generando una resistencia natural del público hacia nuestro propio cine, que no es infundada.”

“Cuando uno llega a la taquilla con la novia y te preguntas, qué ver y te decides por apoyar al cine venezolano y te llevas un chasco, la próxima vez te lo vas a pensar. Todas las filmografías del mundo luchan contra eso, no es un problema exclusivo del cine venezolano. La enorme tarea de los cineastas venezolanos, es revertir esa sensación de insatisfacción de la audiencia con mejores películas, que siento que se están haciendo.”
Y yo también.