martes, 23 de octubre de 2007

Miranda Vs. Miranda



Bueno, me parece fino empezar a hacer reviews con una película venezolana que ha levantado bastante bulla.
Primero aclaro que no soy amigo de las solidarides automáticas. Eso de que una película es buena de entrada porque es venezolana y aquí las películas en general cuestan mucho trabajo, dinero y esfuerzo, por lo que no podrían compararse hombro a hombro con cualquier otro tipo de película es pura paja.
Obviamente soy bastante excéptico en lo que a cine nacional se refiere. Y no es por prejuicio, sino por los traumas adquiridos en mi experiencia como espectador. Yo trato de ver todas las películas venezolanas que se estrenan y en un 90% de los casos salgo defraudado.



El año pasado tuvimos el Miranda de Diego Risquez. El equipo fue el mismo que trajo años anteriores "Manuelita Saenz, la Libertadora del Libertador". El estreno de este primer Miranda vino con aspavientos de entrada. Guión del poeta/novelero/locutor/intelectual/Don Juan Leonardo Padrón, elenco conformado por caras requeteconocidas de la televisión venezolana y halagos desmedidos que la catalogaban como "la mejor película del año". En su momento, fue la más taquillera, pero estuvo lejos de ser la mejor. De hecho, estuvo lejísimos de ser buena.
Siempre he sentido que Risquez es un director algo pretencioso. Que quiere hacer alarde de intelectualidad, que hace cosas "fumándas". La intención es válida, pero si vas a fumarte algo, al menos procura que tenga algún sentido/propósito para ayudar a contar la historia y no que sea un capricho de tus delirios artísticos. Las actuaciones fueron casi todas horribles, exceptuando a Luis Fernandez que estuvo muy bien en el papel de Miranda. El guión fue súmamente aburrido, queriendo abarcar todo, sin dar tiempo de sentir nada. Los personajes pensaban en spanglish, los alardes de producción parecen haberse comido el presupuesto en la primera mitad de película y Catalina la Grande es un chiste.

Un año después "Miranda Regresa". Primero Batman, luego Superman y ahora "Miranda Returns". Este proyecto tenía varias cosas en contra. Primero, es el segundo Miranda estrenado en un tiempo bastante corto. Luego del de Rísquez, ¿Por qué querríamos ver otro?... Por otra parte, esta producción es la primera de la Villa del Cine. Un proyecto financiado por el Estado (Miranda Regresa es la película más cara rodada en Venezuela.) y con la posible sombra de la revolúción entre líneas. Excepticismo de entrada.
A su favor, cuenta con la dirección de Luis Alberto La Mata, uno de los mejores directores del país;


Yo la vi anoche. La película dura casi 3 horas y no me pareció para nada, una experiencia tan lamentable como la que viví el año pasado a manos de Rísquez. Los elevados valores de producción saltan a la vista desde el comienzo, verdaderamente, la película tiene buen sonido, buena fotografía y una buena producción. Pero más allá de los valores de producción, la superioridad de Miranda Regresa radica también en el guión.
La película es infinitamente más entretenida y coherente que la de Rísquez. A la vez, en el guión radican las mayores fallas de la película. Está plagado de clicés. Hay momentos confusos y claro, un derroche aleccionador que endiosa a Miranda y lo aleja de la condición humano que suponemos que algún día tuvo. Miranda fue un tipo arrecho, pero me aburre cantidad ver una película con un protagonista que sólo abre la boca para decir frases célebres e inspiradas.
La película favorita de Luis ALberto La Mata es "Indiana Jones y los Cazadores del Arca Perdida". En mi mente, Lamata es admirador del cine comercial y de aventuras. Y yo siento que ha tratado de imprimir ese espíritu a su Miranda, lo cual me parece un punto a favor, pues hace la narración más llevadera. Sin embargo, hay un personaje que me parece sacado directamente de "Robin Hood El Príncipe de los Ladrones", una aventura noventosa con Kevin Costner en la que Morgan Freeman interpretaba a un fiel Moro que cuidaba las espaldas del ladrón de Sherwood para pagar una deuda moral que tenía con él. En Miranda Regresa, el mismo moro aparece como uno de los puntos más incoherentes de la película. El personaje está escrito con un lenguaje inconsistente, tiene ademanes moros, pero el actor es criollito y contemporaneo. El niño que lo interpreta en su infancia es infame. Además el pana tiene la facultad de verse más viejo que Miranda cuando al principio de la película es más joven.
Luego... La historia de amor. ¿Hay historia de amor?... Algo así... Es como un aborto de historia de amor que dura más o menos 7 minutos en pantalla y con eso logra salvar un lugar en el poster que recuerda al de corazón valiente.
A mi me parece válido imitar esquemas de otras películas, pero con algo de sentido por Dios.
El curita joven es terrible. El villano de la iglesia también. A las escenas de batalla no están mal, pero les falta un poco. En ese sentido, creo que me gustó más el recurso de Risquez con los muñequitos, sombras y mapas sacados del Drácula de Coppola.
Otro aspecto que me molestó un poco, fue la sutíl línea ideológica/revolucionaria que sigue el guión. Es sutil, pero ahí está. Además trataron de limpiar la imagen de Bolívar quien lo traicionó en primer lugar. Y por si fuera poco, la escena con Danny "Give me gold for peanuts" Glover está completamente fuera de lugar. Sáquenla de la película y no pasa nada.
Lo mejor de Miranda Regresa es la actuación de Jorge Reyes, los barcos digitales hechos por la gente de Watto y la música. Héctor Palma también hace un buen papel como el Bolívar más alto de la historia, más que el mismo Miranda.
En definitiva, Miranda regresa es mejor que la de Rísquez, pero no por ello termina siendo una buena película. Es aceptable, entretenida hasta cierto nivel, pero más nada. Ojalá esta sea la última aventura de Miranda que veamos y no nos vengan ahora con "Miranda's revenge" ó Miranda ultimatum".