jueves, 3 de septiembre de 2009

Vinotinto: La Película, Entrevista a sus realizadores


En una tierra que vibraba al son del béisbol, un grupo de personas decidió apostarle al fútbol. Con ellos renació en Venezuela una pasión color vinotinto y poco a poco, cambiaron la historia deportiva del país. Comenzaron las victorias, las derrotas, vino la fiebre y ahora, la película…

La goleada más humillante en la historia de cualquier campeonato latinoamericano de fútbol se la hizo Argentina a Venezuela en 1975 durante la Copa América. 11 a 0. En el 2002, ya con 30 años de historia, la selección nacional no había ganado más de 3 partidos. Sin discusión, la venezolana era la peor selección de fútbol del continente.

Esto no era razón de peso para que el venezolano se privara de uno de los deportes más audaces y seguidos del planeta. ¿Por qué dejar de celebrar la fiebre de cada mundial de fútbol por el simple hecho de que la selección venezolana no clasifique? No era de extrañar entonces que los venezolanos canalizaran su amor por este deporte haciéndose fans a muerte de las selecciones de otros países como Brasil o la misma Argentina.

Pero de manera inesperada, las cosas cambiaron durante las eliminatorias del mundial Japón-Korea 2002. Le ganamos a Uruguay 3-0 en su propio estadio; luego a Paraguay; Poco a poco, la Vinotinto comenzó una seguidilla de victorias que convirtió a Venezuela en la Cenicienta del continente, sorprendiendo no sólo a sus contrincantes, sino también a todos los venezolanos que en su mayoría, jamás habrían apostado una locha por su propia selección.

Al mismo tiempo, siguiéndolos en vivo y directo por televisión desde las salas de sus casas, un grupo de jóvenes realizadores merideños, inspirados por la energía de nuestro equipo y el cambio de la manera en que este era percibido por los venezolanos, comenzaba un viaje hacia el interior de la selección nacional de fútbol para descubrir cuál era el secreto de esa radical transformación.

6 años de rodaje, 2 de post producción y 400 horas de material bruto después, las respuestas se condensan en el metraje de Vinotinto: La Película, que justo ahora debe estar en cartelera esperando por el apoyo de usted señor lector.

Y es que el tema de llevar público a las salas de cine para ver una cinta venezolana sigue siendo espinoso, al punto de que los realizadores tuvieron que empezar a jugar temprano con la promoción para garantizarse un espacio en la cartelera en plena época de vacaciones. “Apuramos el trailer para que rodara antes de Harry Potter, para ver si la magia de Harry nos ayudaba un poco en dar a conocer la película. (…) Vamos a estrenar con 15 copias, 4 van para Caracas y el resto a San Cristóbal, Mérida, Puerto Ordaz y Barinas, luego las rotaremos por el resto del país. Esperamos que el primer fin de semana en las salas sea contundente para poder hacer más copias.” Comenta Marcel González, Productor Ejecutivo del filme.



¿Nace o se aborta una Pasión?

“Mérida tiene pasión por el cine y por el fútbol.” Nos cuenta Miguel New, Director de Vinotinto: La Película. De niño juraba que iba a ser futbolista, pero terminó siendo cineasta. Luego de estudiar Cine en el extranjero, regresa a Venezuela y se encuentra con un milagro: 4 victorias seguidas de la Selección Venezolana de Fútbol. Junto a su compañero de estudios, Hugo Gerdel, comenzó a proyectar las posibilidades, si la Vinotinto seguía jugando así, probablemente clasificaría al próximo mundial. Sería histórico. Así que juntos decidieron ponerse a grabar porque lo que venía era historia pura.

“Nos acercamos a la selección antes del boom comercial y mediático que vino después.”- Comenta New- “En aquel entonces, los 22 jugadores del equipo viajaban todos apretados en una camionetica con utilería, balones y demás, entrenaban en una canchita de tercera categoría. Allí conocimos a Richard Páez. Les dijimos que queríamos hacer una película, nos abrieron las puertas y poco a poco fuimos ganándonos la confianza del equipo.”

En total, el minúsculo equipo de filmación estuvo 6 años tras la selección, tanto en las duras, como en las maduras, conviviendo en la victoria y en la derrota, viviendo el cambio de mentalidad no sólo del equipo, sino también del público venezolano. El resultado, es una intensa experiencia audiovisual llena de emociones que cumple, tanto delante como detrás de cámaras, con aquello de que “Querer es Poder”.



¡Sí se Puede, Sí se Puede!

“Los primeros años fueron autofinanciados. Tuvimos que costearnos la mayoría de los viajes por Suramérica con la selección. ”- Marcel González, Productor Ejecutivo- “El trabajo fue hecho con las uñas, afortunadamente, fuimos consiguiendo aliados en otros países que nos apoyaron, pero en general, pasamos muchísimo trabajo, a veces no había ni qué comer. Hubo un momento donde estábamos literalmente arruinados, donde quisimos colgar los guantes, la producción era monumental. Para colmo la etapa de edición no pintaba menos fácil, para capturar y procesar el volumen de material que teníamos, necesitábamos una tecnología que no podíamos costear. Fue en esta etapa donde conseguimos el apoyo Bandes y el Ministerio de Finanzas. Con ellos hicimos la post producción y conseguimos 90 minutos de pura emoción.”

“Fue una labor de amor, pura pasión, nadie ganó nada que no fuera experiencia y mayor convicción.”- Comenta New- “A pesar de todo, estábamos motivados por el mismo espíritu de la Vinotinto. Tal vez no llegamos al mundial, pero trascendió nuestro fútbol. Si no hubiésemos absorbido el mensaje del equipo, esta película no existiría, no estuviésemos dándola a conocer a los venezolanos. Aprendimos a trabajar en equipo, a perseverar, a que sí se puede, a que hay que tener una actitud pro activa sobre lo que se quiere lograr.”

Marcel González, Productor Ejecutivo: “Aunque la historia está enmarcada en el fútbol, es realmente una alegoría a la superación de un colectivo, de un país. Cuando se quiere cambiar y ser mejor, dejar atrás el derrotismo y empiezas a generar un cambio interno, terminas por exteriorizarlo.”

Publicado en la Revista Sala de Espera



Y fuí a verla...

Debo decir primero que no soy fan de ningún deporte y que jamás me dejé llevar por el furor vinotinto, ni brasilero, ni argentino de los últimos años.
Cuando pasaron el trailer en otra película, la sala estaba repleta de pubers que se burlaron a mandíbula batiente. A mí tampoco me gustó el trailer, pero vamos, que no era para tanto.
Como sea, tenía bajas mis expectativas.
Sorpresa, me gustó la película.
Es un documental muy emocionante, como pocos he visto en nuestra filmografía. Esa es su mayor fortaleza: Emociona. En mi caso, siendo un neófito en materia futbolística, reí, salté y sentí la derrota en muchas ocasiones a lo largo del metraje. Siento que los realizadores supieron echar un cuento con pericia, energía y dinamismo.
La calidad de las imágenes capturadas es intermitente, unas de muy buena calidad, otras no tanto, pero esto es regla del género documental, así que no debe ser usado como argumento en contra de la película. En general, creo que hicieron un muy buen trabajo de post producción que logra que te concentres en las emociones más que en la calidad de las imágenes.
La mezcla de sonido me pareció muy buena, sobretodo en la animación que da inicio a la película, donde no hay palabras durante varios minutos, sólo imágenes. Y siendo uno de los tópicos más criticados en otros reviews que he leído, confieso que me gustó la animación. Vamos, que no todo tiene que ser Pixar o Disney.
Mi problema con VINOTINTO: La Película, está en la objetividad y en ese eterno discurso de autoayuda que insisten en darnos a los venezolanos.
Hay algunos aspectos del cuento (Insisto en la palabra “cuento”) que creo que están algo manipulados y que es mejor que el público saque sus propias conclusiones. Puntualmente, pintar a los medios de comunicación como los malos (otra vez) del cuento.
Al salir de la proyección, me encontré con un amigo que trabaja como periodista deportivo. Su impresión era un poco menos entusiasta pues vió la película desde la perspectiva de quien sabe y conoce los intrínculis de ese mundillo.
Cita textual: “La película está más o menos. Me pareció bueno que le tiraran duro a la Federación Nacional de Fútbol porque es una mierda. Pero lamentablemente, se siente como si alguién se está promocionando ahí. El nuevo director de la federación es peor que el anterior. Y lo de los medios, por favor… Afuera son más duros que nosotros. A la selección de Brasil la han sacado de su propio estadium a punta de pitas del público, la prensa foránea critíca bien duro a sus propios equipos. ¿Aquí no lo vamos a hacer? ¿Aquí resulta que es por culpa nuestra que el equipo pierde? Falso. En Venezuela no hay estructuras para construir una selección, no hay clubes, ¿Cómo pretendemos llegar al mundial?… Aún nos falta mucho.”
Y estoy de acuerdo.
Aún así, insisto, Vinotinto no es una mala película. Cumple con entretener y emocionar, refleja un momento de nuestra historia deportiva (Al menos desde el punto de vista del Fanático), es técnicamente competente, aparece el pana Tony en una escena de sus días como periodista de Televen y de paso, la película deja puertas abiertas para la discusión. ¿Cuántas cintas en cartelera hacen eso esta semana? Vayan a verla.

2 comentarios:

Unknown dijo...

A mí también me gustó este documental, en especial, la edición, ya que logra hilar con efectividad y buen ritmo la historia de triunfos y fracasos de la Vinotinto, al tiempo que transmite emoción y entretiene. Y yo tampoco soy fanática del fútbol...
Le debo a este peli mi comentario en www.fanaticosdelcine.wordpress.com :(

Caque dijo...

Gracias por visitar Scarlett, pase cuando quiera.