miércoles, 2 de diciembre de 2009

¡Muerte a los Mensajes Navideños de la TV Venezolana!

Primero aclaro que no soy un Grinch. Me encanta la navidad. Pero si hay una cosa que no soporto, son los trasnochados mensajes navideños con los que año tras año los canales de televisión siguen deseándonos felices pascuas.

¡Señores, no queremos que nos deseen feliz navidad! ¡Eran felices hasta que llegaron ustedes con su cuña!

Son como hermanitos pequeños del Miss Venezuela. Kitsch, barrocos, desmesurados e igual de infames. Y aún así, por un misterio inexplicable, suelen ser la segunda cita obligada de quienes aún siguen nuestra malograda pantalla chica.

¿Tradición o mala costumbre?

Para mi los mensajes navideños son vestigios de una época que ya pasó, en la que la televisión no sólo dictaba la pauta de nuestras jóvenes vidas, sino que realmente representaba un punto de unión del colectivo. De bolas, nada más había 3 canales. Una cuña nueva era un suceso. Hoy en día conseguir ese efecto es mil veces más difícil si se toma en cuenta que el cable y la Internet están matando la televisión tradicional tal y como la conocemos.

Por eso me parece increíble, anacrónico y absolutamente trasnochado, que los canales sigan gastando esfuerzos y recursos (porque neuronas no gastan) en producir estas piezas de absoluto mal gusto y que cada vez más se alejan del tema navideño para hablar de nacionalismo y cualquier otra pendejada que esté de moda. ¿Qué exagero? ¿Qué soy un amargado?
Échenle un ojo a este “adelanto” de la cuña de navidad de Venevisión:

La letra de la canción – Porque siempre tiene que haber una canción para que los “talentos” del canal doblen y bailen como idiotas- es del reggaetonero Nacho (Sí, el de Chino y Nacho) y la estrella del mensaje, será la Miss Universo Estefanía Fernández, quien le escribe una carta al Niño Jesús cuando de pronto un grupo de niños se acerca y le pregunta:

- ¿Cuando eras pequeña le pediste al Niño ser Miss Venezuela?.
Y la reina responde:
- “Sí, y también tenía la ilusión de que me trajera la corona de Miss Universo”.

¡Dios!

El director de la cuña dice que este año usaran niños en lugar de cantantes, dizque para “renovar el concepto”. ¡¿Cuál concepto cabrón?!De seguro veremos desfilar un sin fin de momias de otra era y si son fieles a la tradición, la cuña cerrará con el ballet de Venevisión o Yolanda Moreno, meneando las faldas hasta el gran final con fuegos artificiales y una larga nota musical: “Es el mensaje de Venevisiónnnnnnnnnnnnnnnnnnn…!Tam!”El costo promedio de una de estas cuñas es de 500 millones de bolívares viejos. Y eso si no viajan al interior como hemos visto en años pasados. La de RCTV la dirige Popy y la de Televen… La estoy sufriendo en carne propia, ya hablaré de esta experiencia única en otro post.
Mi teoría es que mucha gente recuerda con nostalgia los mensajes navideños porque los remontan a su propia niñez, a los “good old days”, pero no porque hayan sido piezas verdaderamente memorables de televisión. Todo lo contrario. La producción era ranchua y los conceptos eran repetitivos o súper cursis. Dudo que exista un venezolano mayor de 20 años que no se sepa un pedazo de “Estamos Contentos, contigo, con todos…”, pero volver a ver un mensaje de los 80 de RCTV es tan doloroso como volver a ver un capítulo de Mazinger Z en la actualidad, uno termina preguntándose “¿Cómo me podía gustar esta mierda?”
Y ojo, no lo voy a negar, honor a quien honor merece, RCTV produjo sin duda los más pegajosos mensajes de su era por allá a principios de los 80. Época de una Venezuela inocente y muy hermosa, al menos en mi mente de niño.
Es mejor quedarse con los buenos recuerdos y ya, de una vez, dejarlos ir. Los Mensajes Navideños son piezas de museo, la época en la que la gente comparaba la calidad de un canal con respecto a otro sólo por la calidad de la cuña ya pasó; Si antes se veían las cuñas para ver artistas que nunca habíamos visto en todo el año o para saber qué artista cambió de canal, hoy las vemos sólo para ver cuál de aquellos artistas de nuestra niñez sigue trabajando o sigue con vida.

7 comentarios:

Doucky dijo...

Extraordinario!!
A mi me gustaban tanto antes!! Pero ya desde hace como mil años ni paso por esos canales en estas fechas, el último que recuerdo es el de las virgenes, que era finisimo! Pero es que verlo ahora es casi tan pavoso como ver las fiestas de los 31 de Dic. que hacen en los canales. Todavías las hacen?

Caque dijo...

Jajajaja
Me niego a creer que aún hacen esas fiestas televisadas para las almas solitarias o sin oficio que quieran sentirse en "familia" los 31 de diciembre.
Pero en la TV venezolana todo es posible... Así que quien sabe, tal vez este año no haya presupuesto para una fiesta nueva, así que tal vez hagan un refrito con "lo mejor" de las fiestas navideñas de los 80 y 90... !Dios nos proteja!

*Mari dijo...

Bueno mi querido Caque, sólo te puedo decir que "Llegó la navidad y nos agarró de zopetón"... jajajajajajaja que pavoso!!!

El Buruso dijo...

Cada vez que alguien lee Robinson Crusoe, su naufragio se convierte en un cuento. Gracia a ello, el viejo Robinson se vuelve personaje y sale de su soledad para encontrarse con los ojos de algún lector. De miradas -y sin embargo, miradas solitarias- está hecha su vida. En Venezuela, nos hemos hecho expertos en convertir nuestro naufragio en un show con mucho tafetán y lentejuela y poco concepto. Tienes razón, cada vez que vemos un mensaje navideño de nuestra TV, lo que hacemos es constatar una pérdida irrecuperable. Por eso es que deben ser por una ley secreta completamente anacrónicos y por eso, aún aquel mensaje que vimos a los cinco años nos producía una sensación de paz. Era la paz que trae el constatar de que algo se ha perdido para siempre. Algo que jamás fue. En secreto, el mensaje de navidad socavaba esa ilusión de modernidad que muchos Venezolanos vivimos de la quinta entrada del XX hacia este verdadero fin de juego beckettiano. De hecho, escribiendo me doy cuenta de que en algo discrepo contigo. De haber prestado realmente atención a los mensajes navideños, año tras año, tal vez habríamos aprendido la lección: que todo era una farsa, que hasta la egregia arquitectura de Villanueva y los inolvidables y virtuales colores de Cruz Diez, eran decorados inmóviles para un show de tercera. En secreto, aquellos mensajes nos decían no feliz navidad, ni feliz año nuevo, sino, mira chico, mira cuán anacrónico y presuntuoso eres. Lo peor, no es que existan en televisión, sino que en un preescolar como el de mi hija se hayan dedicado a copiarlos para el acto de navidad y, peor aún, a hacerlos con más eficientes y pomposos !!!Auxliooooo!!!

Caque dijo...

"Lo peor, no es que existan en televisión, sino que en un preescolar como el de mi hija se hayan dedicado a copiarlos para el acto de navidad y, peor aún, a hacerlos con más eficientes y pomposos"
Buruso, no puedo creer lo que dices... Eso da para escribir una novela o una pieza de teatro al mejor estilo de "Acto Cultural"... Que duro golpe.

Sabrina Moore, Penélope Arquette y Sugar Kane II dijo...

Te apoyo en todo lo que has dicho en tu texto creo que esas las cuñas navideñas es una de las tantas cosas pavosas que tiene las navidades venezolanas...

Caque dijo...

Gracias Dulce Penélope por tu comentario y por pasearte por aquí!
Todo un honor.
¿Qué otras cosas pavosas de nuestra navidad merecen morir?
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