jueves, 29 de octubre de 2009

This is It...¿Será realmente todo?

No, aún no le toca descansar en paz. Luego de meses discerniendo sobre la causa de su muerte, de los miles de artículos escritos sobre su herencia, de reventar los ratings con las imágenes de su funeral, de su entierro y de volver a poner de moda su música, aún quedan dólares que exprimirle al difunto Rey del Pop, quien reaparece... ¿por última vez? ... en una película documental que tiene a todo el mundo vuelto loco.

Los críticos alaban la cinta, los fans lloran en la sala y ya hasta se habla de Oscar Buzz. ¿Publicidad engañosa? !Seguro que sí! Pero vaya que ha sido efectiva, pues hasta los más excépticos (como yo) están sucumbiendo ante este "evento" cinematográfico que ha sido magistralmente mercadeado.

El estreno es global y la temporada corta. Sólo durante dos semanas el público tendrá oportunidad de ver la película que recoge los ensayos de la gira que Michael Jackson preparaba antes de su muerte. Las entradas comenzaron a venderse el 27 de septiembre y estoy seguro, tal como me dijo la taquillera, que las deben haber agotado ya. Como si se tratara de un concierto, el mundo entero podrá ver por tiempo limitado lo que miles de fanáticos no pudieron sentir en vivo y directo.

Los boletos para los chous que iba a brindar Jacko en el estadio O2 Arena de Londres en Julio de este año se habían agotado en tiempo record, pero su repentina muerte dejó a un gentío con la entrada en la mano. Los venezolanos con edad suficiente pueden estar familiarizados con esa sensación de frustración, salvando las distancias claro. El 19 de noviembre de 1993, el estacionamiento del poliedro de Caracas se convertiría en el escenario del concierto más esperado de la década, el Dangerous World Tour.

Antes de pisar esta patria querida, Michael Jackson realizaría 5 conciertos en México. Las entradas más caras costaban 12 mil bolívares y las populares 5 mil, ¡Un dineral! Y aún así, la fiebre fue intensa. Comerciales de radio y televisión en cada corte, afiches pegados por toda Caracas, videos y canciones de su último disco en rotación constante, Dios, aún tengo la voz gutural del slogan retumbando en mi cabeza: “!Prepárateeeeeeeee!”Para colmo, comenzó a rodar por ahí el video de su concierto en Budapest. Uno de los espectáculos más alucinantes que se hayan hecho. Puede que no te gustara su música, pero era innegable que sus conciertos eran un chou digno de ver.

Luego de largas horas de espera, los fanáticos eran sometidos a unos minutos de oscuridad y silencio antes del inicio de la función, de pronto, una explosión infartante catapultaba al ídolo, quien salía del piso y se quedaba estático durante varios minutos sólo para ser aclamado. Quitarse los lentes o moverse brevemente generaba una nueva ola de aplausos. !Que grande!
Lo demás, eran casi dos horas de pirotecnia, bailes acrobáticos, rayos láser, música, videos muy bien diseñados, decenas de desmayadas y para cerrar, Michael simulaba ponerse un traje de la NASA que lo haría literalmente volar para dejar el escenario. Fuegos artificiales en el cielo. Lágrimas.
Con toda esa antesala, ¿Qué fanático no se ponía a salivar ante la inminente llegada del Rey a suelo venezolano? Lástima que justo allí, sin previo aviso, vino la hecatombe. Días antes de llegar a Venezuela se cancela la gira. ¡Que guayabo!
Poco después, las acusaciones de abuso sexual a menores. Para el recuerdo quedaron algunos afiches y entradas de quienes se negaron a creer que Michael Jackson no vendría nunca y mucho menos que le gustaba tocar niños.

Si lo hizo o no, parece ya no importar. El mundo entero dejó atrás los escándalos, excentricidades y cirugías, sólo para celebrar lo que verdaderamente lo convirtió en un fenómeno, su música y su baile. La fiebre de Michael reapareció más fuerte que la porcina y ahora dudo mucho que haya fanáticos que se queden sin ver This is It. La película recoge lo mejor de más de 100 horas de grabación que se tomaron durante los últimos ensayos de Jacko, varios momentos recogidos en el backstage, sus últimas palabras y pasos de baile, además de los videos realizados para el concierto, los cuales se iban a visualizar en 3D en las pantallas gigantes del estadio.

Orquestándolo todo, tanto en el escenario, como en el filme, está un verdadero diablo del espectáculo: Kenny Ortega, culpable de películas tan pavosas como Xanadú y de todo el fenómeno High School Musical, que de retruque, generaría copias criollas como Somos Tú y Yo o Isa TKM.

Aparentemente la película está muy buena, yo no pienso perdérmela. Digo, es esto, o el nuevo show de El Moreno Michael.

2 comentarios:

Luis Fermín Gutierrez dijo...

Exelente! Pero, definitivamente los escandalos y el misterio de su vida personal le dan tridimencionalidad, y han alimentado el mito que el mismo construyo. Esto hacen de él un personaje facinante. Creo que se oculto tras una mascara que nadie ha podido descubrir...

Caque dijo...

Hey, gracias Luis por pasar y comentar!
Para mi MJ es como una capsula del tiempo, su musica trae buenos recuerdos. Mi primer disco fue el acetato de Thriller!
Espero sigas pasando por acá, saludos!