“Mis influencias fueron las de cualquier fan del cine de mi generación: Volver al Futuro, Terminator, Star Wars la vi más de 38 veces, amo The Matrix, Inception y ese es el tipo de cine que me gustaría hacer, el que me entretiene y me emociona y es universal, claro, sin abandonar la idiosincrasia venezolana con la que crecí. Yo nunca pretendí ser Spielberg o Almodóvar, ellos ya tienen su carrera. ¿Qué tengo yo que no tienen ellos? Mi cultura, mi venezolanidad, historias universales con sabor local. Spielberg, James Cameron, Scorsesse, todos tienen mucha fórmula americana de guión con sus 3 arcos, puntos de giro, etc. Habiendo crecido viendo todo eso que me gustaba, mezclé esos truquillos de su cine de acción con mi Operación Chocolate. Quería adaptar lo mejor de ambos mundos, tal como siempre quise: Estudiar fuera, aprender trucos de Hollywood y aplicarlo a mis historias venezolanas.”
El gran problema para las emociones fuertes en el cine venezolano, especialmente si se trata de un filme de acción, es el cochino dinero. Si antes no se habían hecho películas de acción en Venezuela, no ha sido por falta de ganas, sino porque es difícil y costoso y como dice Diego: “Para hacerlo a medias, mejor no hacerlo”.
Afortunadamente, el guión de La Hora Cero contó con el respaldo económico del CNAC (donde obtuvo el mayor puntaje de su convocatoria) y los buenos comentarios obtenidos, consiguieron atrapar el interés de inversionistas extranjeros que permitieron que Diego tuviera los dolaritos y la maquinaria necesaria para hacer la película que él imaginaba. Si uno lee las hojas de vida de varios de los implicados en la producción, aparecen títulos mundialmente famosos como Y Tu Mamá También, Lost, El Secreto de Sus Ojos, Pincesas, Rec, lo que denota que esta es una producción pensada desde el comienzo para ir mucho más allá de nuestras fronteras. Si el gran reto era dar vida a las secuencias de acción, la solución era buscar a los mejores expertos que pudieran pagar.
“Teníamos un productor asociado en Argentina y de allá nos trajimos a gente de la misma empresa de efectos especiales que hizo 9 Reinas, Torrente y muchas otras.” Cuenta Diego. “Ellos viajaron a Venezuela y nos hicieron todas las tomas de riesgo. No quería que nadie saliera lastimado en las tomas peligrosas, quería buscar gente profesional para aprender de ellos y de aquí en adelante poder hacerlo nosotros. Eran unos duros, campeones de motocross en Argentina, pilotos de helicóptero, sabían cómo frenar, colearse, cuántos metros se necesitaban para una caída o un frenaso. De verdad es impresionante el dominio de la técnica de acrobacias que poseían.”
Pronto más...
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