lunes, 16 de agosto de 2010

Habana Eva, ¿Fina, por qué?

De verdad quería que me gustara. De verdad.

Si bien el trailer no explicaba mucho (o mejor dicho, nada) entregué mi voto de confianza a la realizadora de Oriana (1986), una de mis películas venezolanas favoritas.

Tal vez fue mi error. Tal vez he sobre estimado a la señora Fina Torres en función de su ópera prima porque hablando sin tapujos, Mecanicas Celestes, aunque tiene lo suyo, no me mató; y Woman on Top menos.

La directora abandonó el drama de su primera película para dedicarse a la comedia romántica en sus 3 últimos trabajos y luego de examinar su filmografía, no siento que sea el género donde sale mejor parada.

Vamos por partes.
A ratos, la fotografía sorprende. Hermosa y con un gran colorido. Pero de pronto... !Pufff! Comienzan a aparecer los fuera de foco, los errores de sincronización con el audio, los planos con textura de video... Y con ellos, volvieron a la mente de este espectador todos los cuentos que pretendí ignorar sobre los fulanos problemas técnicos de la producción y de cómo hubo que volver a grabar parte de la cinta por estar fuera de foco.

Con todo esto, puedo vivir. Nuestro cine nunca ha brillado por su factura técnica y honestamente, no es algo que pare o descoloque a quien está inmerso en la trama. Pero Dios santo, fueron la historia y los diálogos de la película los que me hicieron desear que la cinta terminara tan pronto como fuera posible. Al respecto, Fina comenta:

“El guión original de Jorge Camacho estaba basado en las vicisitudes del período especial, cuando Cuba quedó sin el sostén de la Unión Soviética, época terrible, de mucho sufrimiento para los cubanos. Ya para el momento en que comenzó el proyecto, esa situación se había mayormente arreglado y soplaban vientos de cambio en la isla con el retiro de Fidel y las expectativas de apertura del nuevo presidente.”

“Pero existe en Cuba una juventud fuerte, vital, rebelde, y de una modernidad que no se percibe a simple vista y que uno no se imagina. Eso me interesaba de sobremanera. Entonces decidí adaptarlo, cambiarlo de época, de tono y de situación, aunque muchos elementos de la narrativa original se mantuvieron. Trabajé con Julio Carrillo, guionista cubano quien reside en La Habana y luego con Arturo Infante, joven director y guionista muy talentoso, también cubano. No fue fácil la adaptación.”

Me imagino, porque los resultados son, a mi juicio, infames. La historia gira en torno a Eva (Prakriti Maduro), una joven con dilemas muy cercanos a los de la nueva juventud venezolana. “Ella tiene talento y ganas de superarse, pero tiene también la arraigada crianza de que “no se puede”, de que “hay que pedir permiso” de que “no te van a dejar”. Está acostumbrada a las limitaciones y a seguir órdenes.” Comenta la actriz. “Un espíritu creativo no se puede permitir eso, no importa en donde haya nacido."

Eva tiene un novio cubano con quien se ha imaginado su futuro, pero sus sueños de vida se ven interrumpidos con la presencia de un nuevo amor: Un cubano exiliado, un venezolano criado en el capitalismo, con otra forma de entender la vida, que llega en el momento justo en que ella está ansiosa de un cambio. Con este nuevo romance y dos hombres en su vida, emprende el camino obligado a su transformación. La directora vio en los conflictos del personaje central, una metáfora de las opciones a las cuales estamos enfrentados hoy en Venezuela.

Suena interesante, pero no lo es. El guión se valió de cuanto cliché conocido existe para echar su cuento. Diálogos cursis, trillados y con tratamiento de telenovela, parecen sólo prepararnos para la segunda parte del filme, cuando en un giro esquizofrénico, lo que era una historia de amor rosa se convierte en un cuento con fantasmita amigable incluído y resuelto con bastante ligereza. Yo no lo podía creer, hubo hasta risas no intencionales por parte del público asistente en varias escenas.
Sumado a la falta de tino y tono del guión, hay que subrayar el desacierto de la presencia de Juan Carlos García como protagonista masculino. Su aparición será recordada en la infamia, como una de las peores actuaciones que he visto desde Fernando Carrillo en El Caracazo. Sus dientes aparentemente blanqueados para la ocasión, dotan de un encandilante brillo la pantalla que me hace pensar que en algún momento habran sido solicitados por el director de fotografía para iluminar ciertas escenas a falta de faroles. Toda una comiquita de galán, tanto en papel, como en carne y hueso.
Afortunadamente su contraparte cubano, Carlos Enrique Almirante, está excelente en su papel. El desnivel actoral entre ambos es tan grande, que me hace dudar que exista la mínima duda en Eva de con quien debe quedarse al final de la historia.
Dicho esto, hay que destacar que el mayor atributo de Habana Eva, es la excelente actuación de Prakriti Maduro, quien no sólo logró un convincente acento cubano, sino que también hizo desnudos sin aparente pudor e interpretó de manera impecable todos los matices de su personaje. Sin duda, una de las mejores actuaciones femeninas que he visto este año.

Conclusión: No me gustó la película, muy a pesar de la buena actuación de Prakriti. Me voy con la duda de si Oriana fue un golpe de suerte en la carrera de Fina Torres. Ojalá un próximo trabajo dramático de la directora me demuestre que estoy equivocado.

8 comentarios:

Cinemaniática dijo...

Hola Caque! Concuerdo contigo sobre la actuacion de Juan Carlos Garcia. Que asco! En cuanto a la historia: Demasiados clichés y lugares comunes. Yo pase un rato entretenido pero hablando seriamente, las últimas elecciones de Torres dejan mucho que desear...

Caque dijo...

Gracias por tu comentario Mills!
Es una lástima porque de verdad la premisa tenía muchas posibilidades. Creo que fue demasiado ligera para su propio bien. Sin embargo, a mucha gente le ha gustado, so...

Doucky dijo...

Me quedé enganchada con la crítica, no la he visto pero quisiera verla, aunque temo perder el tiempo tal como comentas. Excelente nota como es usual.

Caque dijo...

Doucky, gracias por tu comentario. Yo te digo: Ve a verla. A mucha gente le ha gustado, a mi no. Pero a mucha gente sí. Vela y la comentamos. Tu blog rules baby! Ve pensando en cambiarle el nombre a "Publicista miamera"

Mintina dijo...

No la he visto, ni me provoca hacerlo.

Unknown dijo...

Prakriti, brillante! Reconozco que me divertí un poco (sobretodo con la amiga 'fantasmita') pero por favor que alguien me explique lo de las tías verdes.... por un momento pensé que se había colado alguna secuencia de Desautorizados (otra vez esa pesadilla ¡nooooo!!!). Bueno y JCGarcía...qué puedo decir, no merece ni una mención, es tan nulo que ni desnudo levanta comentarios!

Caque dijo...

Hola de nuevo Gaby!
Fíjate que lo de las tçias verdes no me molestó y hasta me pareció simpático. No sé, si algo de coherente tiene la película con el resto de la filmografía de fina, es esa cosa medio de realismo mágico y tal. Lo que si no me gustó es que en unas escenas estuvieran más verdes que en otras. Tal vez estaban madurando.

Unknown dijo...

jajaja... yo también creía que las tías iban a "madurar", por aquello de que antes estaban encerradas y luego volvieron a la vida social y eso... pero no! (btw me está gustando esto del cineforo virtual, jeje)