viernes, 15 de enero de 2010

"Yo Sí vi, SON DE LA CALLE"

A finales de los 70 y prácticamente durante toda la década de los 80, George Lucas, Jerry Bruckheimer y otro grupete de desalmados crearon un subgénero cinematográfico, películas que no eran musicales tradicionales sino algo mucho peor: Películas hechas para vender discos. American Graffiti, Fiebre del Sábado por la Noche, Breakdance, Flashdance, Footloose, Top Gun y la inmamable Dirty Dancing, por nombrar siete.

En cada una de las últimas 3 décadas, al menos una película venezolana ha tratado de imitar esta tendencia. Thaelman Urguelles lo hizo en el 86 con Generación Halley; Luis Alberto Lamata lo hizo en los 90 con Salserín: La Primera Vez; y ahora, aún con los gases que César Bolívar dejó en nuestro intestino grueso con los refrescos Golden de Muchacho Solitario, su hijo Julio César nos trae su ópera prima Son de la Calle: El Derecho a Un Sueño.

- Eres hijo de uno de los cineastas más importantes del país, ¿Cuándo comenzaste a agarrarle el gusto al cine?
- Bueno, desde que tengo uso de razón he andado al lado de una cámara o un estudio de grabación, siempre recuerdo una foto de mi papá haciendo cámara en un programa de Radio Caracas y yo tenía como tres años con un chupón en la boca a su lado. Por supuesto que mi papá es mi gran inspiración, por eso y por genética, continúo lo que él ya comenzó.

- ¿Cuál crees que ha sido la mayor enseñanza cinematográfica de tu papá?
- Que hay que conocer todo y comenzar desde abajo para ser un gran realizador y por eso una vez que decidí serlo, comencé mi camino como asistente de producción, productor, boom man, sonidista, editor, publicidad entre otros campos.

- ¿Qué edad tienes?
- 41.

La película, de Producciones OJO POR OJO contó con la producción ejecutiva de Adolfo Lopez, el director de fotografía Cezary Jaworski y con Coquito como primer asistente de dirección.

- ¿Cuál fue el costo total de la película y cómo se financió?
La película fue parcialmente financiada por el CNAC y el resto fue capital privado y tuvo un costo final de aproximadamente 4 millones...

- ¿Cómo fue el génesis del proyecto Son de la Calle?
- SON DE LA CALLE nace después de haber regresado de los Ángeles, luego de dirigirle una serie musical a mi hermano Cesar Román, PURO MELAO, donde empecé a oír Hip Hop, música urbana y quedé gratamente sorprendido, no entendía cómo habiendo tanto talento venezolano y yo estando viviendo en los Ángeles, no había llegado a oír nada por allá. Investigando más, me di cuenta de que eso es otro mundo paralelo y es parte de la vivencia de nuestros jóvenes actualmente, y bueno, decidí crear una historia como excusa para dar un mensaje y mostrar parte de lo que existe en Venezuela y mucha gente desconoce… creo que ahora con la película se aclararan muchas dudas para mucha gente.

Con un elenco conformado por prácticamente todos los exponentes de la “movida urbana” (¡Dios como odio ese término!), Emilio (de Los Cadillacs), Franco (L'Squadron), Chino y Nacho, Cotur, Rekesón, Gabylonia, MC Klopedia y otro poco de cantantes de Rap, Hip Hop, y Reggaetón, que no tengo ni idea de quienes son, acompañados de Julie Restifo, Paula Bevilacqua, Sandra Martínez y Zhandra D' Abreu, Son de la Calle intenta reflejar en pantalla la fuerza de una cultura que ha irrumpido silenciosa y sin pausa de entre las calles de Venezuela, la cultura Hip Hop, al tiempo que trata de llevar un “mensaje” de paz y tolerancia. La idea, al menos comercialmente hablando, es un palo.

- ¿No tuviste miedo de poner a actuar a cantantes que nunca lo habían hecho?
- Bueno, de hecho mi enfoque siempre fue la autenticidad de la historia, por ello no quería poner actores a interpretar papeles de músicos o catantes, cuando en las calles venezolanas los tenía a todos.

- He escuchado críticas de gente que dice que la película es una suerte de video clip o excusa para vender su banda sonora y promover a los artistas de un sello disquero, ¿Qué opinas de esto?
- Bueno no creo que todos los artistas que están en esta película pertenezcan al mismo sello disquero, y por otra parte, si una de las grandes funciones de esta película era promocionar, no sólo la música urbana venezolana, sino también otra cantidad de talentos que existen en el urbe.

- ¿Qué fue lo más difícil de la realización de Son de la Calle?
- Yo creo que todo tiene su nivel de complejidad, pero en esta película ocurría algo fuera de lo normal, teníamos a todos estos artistas y en las filmaciones era una locura controlar a las personas para que nos dejaran filmar o hicieran silencio o simplemente dejaran llegar al Chino al set.
Increíble, pero cierto. Intenté ver la película en dos ocasiones antes de por fin conseguir entradas pues siempre estaban agotadas, no sé si porque la gente realmente quería ir a verla o porque muchos entraban a ver cualquier cosa cuando se daban cuenta que las funciones de Avatar y Luna Nueva estaban agotadas. De hecho, la función a la que por fin pude entrar en el Cines Unidos del Centro Comercial El Marqués, estaba casi llena.

Mis expectativas eran bajísimas, sobretodo porque en mi periplo en busca de compañía para verla, varias personas del medio me mentían:

- Quiero ver Son de la Calle.
- Dicen que es buena.
- Sí, pero ¿La Viste?
- No.
- ¿Conoces a alguien que la haya visto?
- No.

Así que me armé de valor y junto al temerario pana Juan Carlos, fuimos a ver la “historia” de un amor marcado por divisiones sociales de comiquita entre gente de barrio y ricos sifrinos, malandros buenos y malos, y sobre todo, el muro invisible que (me entero) separa a Reaggetoneros y Hip Hoperos. Una aventura urbana que su director, Julio César Bolívar, describió de la siguiente manera: “Es la historia del derecho a un sueño que llevamos todos los soñadores, sin importar cual sea nuestra clase social, raza, habilidad, arte, condición física. Todo con disciplina, perseverancia, pasión, unión y tolerancia se puede lograr.”

¿Inspirador, verdad?

Lo que Juan Carlos y yo vimos fue un poco distinto. Un cliché detrás de otro; Miles de personajes con miles de historias y ninguna ilación coherente, como si hubieran querido meter a cuanto pana anduviera sin oficio por ahí; un montaje “Frenético”, muchas veces sin razón de ser, que parece más bien recurso para meter tetas y culos cada vez que se pueda: Las curvas de Sandra Martinez, las innecesarias, pero deliciosas tetas de Bevilacqua, las absurdas amiguitas coqueras… ¡Dios! Y por supuesto, un abuso del Fade a negro como herramienta para unir el montonal de escenas sin cierre, sentido o propósito dentro del todo; Una película eterna, que en mi subconsciente duró casi 3 horas.
A pesar de que tiene un par de momentos divertidos, honestamente algo baratos, la película no tiene ni pies ni cabeza. Aún trato de buscarle una explicación a todo lo que vimos. A la cuña de Rumbera Network a mitad de la película, a la fibrosis quística, al temita romántico que suena 8 mil veces de forma exasperante, a la línea temporal de la historia, a la transformación de Rekesón, al homenaje a Michael Jackson bajo la lluvia. Yo necesito un por qué.

-¿Quién escribió el guión?
- El guión fue una historia original mía, escrita por Yutzil Martínez y José Vicente Spataro.

-¿En qué se inspiraron usted, Yutzil y JV?
- Bueno basados en información real de lo que pasaba en este gremio, me di cuenta que había mucho talento pero no había unión entre el Hip Hop y el reggaeton. Por ejemplo, de allí comenzó nuestra lucha y primer mensaje: Unión y tolerancia. Por eso creamos una historia de ficción, pero con personajes reales que nos dieran esa identificación con los jóvenes y así crear la atmósfera indicada para llevar este mensaje que bastante falta nos hace.

-Al césar lo que es del césar. Me sorprendió gratamente el uso de la jerga de los protagonistas, su forma de hablar se siente sumamente auténtica y no postiza, como suele ocurrir en producciones que tratan de mostrar al “malandro venezolano”. ¿Cómo lograron este nivel de autenticidad en los diálogos? ¿Todo estaba escrito o dejaron espacio para la improvisación?
- Yo creo que ni Yutzil ni yo hubiéramos podido escribir todo lo que allí está. Por eso me enfoqué en dirigir a los muchachos de una forma muy natural, para así meterlos dentro de lo rutinario ya que estaban actuando en su ambiente y así lograr que los diálogos se sintieran reales.
- También fue una inesperada sorpresa ver que las actuaciones de la película fue uno de sus puntos fuertes, Chino está bien, Franco se la come y en general, salvo excepciones, todo está muy equilibrado… ¿Qué te pareció la experiencia?
- Para mi fue de gran crecimiento profesional ya que tuvimos que hacer un esfuerzo grande para poder colocar a todos esas personajes juntos en tan poco tiempo, ya que la película empezó su preproducción en julio 2009 y que entendieran hacia donde íbamos y lo que queríamos lograr....

- ¿Qué te dijo tu papá después de ver la película, te regañó?
- Bueno mi papá siempre ha sido muy crítico conmigo, pero al ver esta película me extrañó que no me dijera nada, sólo: “Ya tu sabes lo que tienes que hacer”. Él había visto el primer corte que presenté en el Festival de Mérida, donde para mi sorpresa, aún cuando la película no estaba lista, se llevó el premio a Mejor Cámara.

- ¿Qué sigue para Julio César Bolívar?
Espero que cine. Tengo un proyecto que de hecho pospuse para enfocarme en esta película y ahora lo continuaré, se llama LA BELLE ROSE, escrita por mi.

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