jueves, 1 de julio de 2010

Hermano: Golazo!

La ópera prima de Marcel Rasquin a primera vista parece sólo una película de fútbol. Pero es mucho más. Es también un drama familiar que se apodera de la adrenalina, entorno y emoción de este deporte para hablar de vínculos y la posibilidad de alcanzar un sueño. Tan cursi, clichoso y comercial como suena, la película es un palo y puede que la pegue del techo con el público cuando se estrene este viernes.

Desde hace meses se viene hablando de Hermano como una de las cintas capaces de marcar el esperado “gol” en cuanto a calidad técnica y aceptación del público venezolano. El filme ha ido sumando comentarios positivos a diestra y siniestra, triunfó en el Festival de Moscú y ha generado una enorme expectativa que hasta la convirtió en vehiculo de comunicación para el desarrollo en un proyecto de UNICEF.

Para quienes se lo preguntan, la respuesta es NO. No es un remake criollo, ni una copia, ni nada parecido a la película mexicana Rudo y Cursi, que tiene una premisa bastante similar. Marcel estuvo negado a verla hasta completar la filmación y cuando por fin vio la cinta de Carlos Cuarón, respiró aliviado. Nada que ver una con la otra.
Además de que los protagonistas son hermanos y de que hay fútbol en ambas películas, la mayor similitud que existe entre las cintas es que su mayor fortaleza está en las actuaciones. Los protagonistas de la cinta de Rasquin tenían que ser dos chamos prácticamente adolescentes, que además de tener un talento futbolístico tipo Messi o Zidane, debían soportar dramáticamente la historia sobre sus hombros.

“Fue una tarea muy ardua encontrar el talento.” Cuenta Marcel. “Comenzamos a buscar un año antes y vi chamos de todos lados. De televisión, teatro, escuelas de fútbol me las conocí todas. A quienes venían a las pruebas, no les mostraba el guión. Conversaba con ellos, les preguntaba de su vida, tratando de indagar cuanto de su realidad tenía que ver con los personajes que iban a interpretar, pues si para algunos personajes iba a trabajar con “no actores”, tenía que al menos encontrar lazos muy claros de la vida personal de esa persona con la vida de los protagonistas. Al final, hice como 600 entrevistas para los dos protagónicos y encontré oro.”

Así, Fernando Moreno interpreta al hermano menor, un genio del balón, que marca goles excepcionales y tiene una convicción importante con su familia pues no es hijo natural, sino hermano de crianza. Un descubrimiento para las pantallas que el director describe como “El próximo Gaél García Bernal o el próximo Edgar Ramírez. Ese chamo es un monstruo.”

“El hermano Mayor, Julio, lo conseguí en Guatire.” Cuenta Rasquin. “Estábamos viendo locaciones y vimos una “caimanera”, alguien me dijo que había un chamo por ahí que se llamaba Eliú. Él no había visto una cámara en su vida. Vino a la entrevista y se abrió muchísimo conmigo. Encontré en él un actor excepcional.”
“Cerré el casting 6 meses antes de filmar, cosa que no se hace aquí en Venezuela, fuimos a taller de actuación y desarrollo de personajes con Prakriti Maduro, Beto Benitez y Edgar Ramírez, hicieron un taller de formación actoral de 6 meses súper intenso. Cuando llegamos al set, conocían de arriba a abajo a sus personajes, conocían la película al pelo, salvo algunas escenas que guardé para improvisarlas en el set. En las mañanas, entrenaban con el Caracas Fútbol Club, diariamente, para que también sintieran de cerca la experiencia del atleta profesional. No son actores famosos, pero son actores fabulosos.”

No Más Prórroga

Desde que se anunció su inminente llegada a los cines, Hermano ha tenido al menos 5 fechas tentativas de estreno. Ya finalmente, el público podrá apreciar la primera película de uno de los directores más conocidos en el mundo publicitario venezolano. Rodada en 50 días en formato 16mm, el mayor reto del rodaje fueron las escenas de fútbol.

“Es “jodiísimo”. En el setting visual de una película de béisbol, el drama suele centrarse entre catcher y pitcher. Pero en fútbol, la acción puede estar en cualquier parte. La audiencia está acostumbrada a ver transmisiones de fútbol con más de 20 cámaras. La transmisión de la champions que yo investigué tenía más de 30 cámaras en el campo. Yo obviamente no me podía dar ese lujo, pues tenía una sola. Debía coreografiar y repetir una y otra vez jugadas que terminaban siendo un suplicio horrible. Lo que sí pude hacer, es lo que no pueden hacer las cámaras de televisión… Meter la cámara en el campo como si se tratara de un jugador más. Siento que la película narra el fútbol de forma osada y con adrenalina, como si tú fueras parte del juego.”
Y lo certifico. Si algo tiene Hermano, es buen ritmo. Yo hubiera prescindido de algunos montajes musicales al son de bandas locales, pero con todo y eso, la película se siente dinámica y logra emocionar. Es un Tearjerker como pocos hemos visto en el cine venezolano. Nuestro Slumdog Millionare. Melodrama social. Con ranchos, malandros, lazos de familia y sueños por cumplir. El guión está muy bien, tiene giros inesperados, risas y momentos que impactan. ¿Que es comercial? ¿Que es otra vez cine de barrios y malandros? Sí y no. Hermano se siente fresca, pensada para Venezuela y más allá. !Joder, que hasta lo cursi funciona!

"Creo que Hermano va a generar una ruptura en el cine venezolano.” Cuenta Marcel. “Mi relación con el cine venezolano es de amor odio. Yo ahora formo parte del cine venezolano, que tristemente, se considera un género en si mismo. Estamos los cineastas trabajando por segmentarlo mejor, creo que hay espacio para contar historias de todo índole y de todo tipo, de todos los andares de la vida, pero sí ha padecido de muchos problemas que se ven en la pantalla y que en definitiva percibe el espectador, generando una resistencia natural del público hacia nuestro propio cine, que no es infundada.”

“Cuando uno llega a la taquilla con la novia y te preguntas, qué ver y te decides por apoyar al cine venezolano y te llevas un chasco, la próxima vez te lo vas a pensar. Todas las filmografías del mundo luchan contra eso, no es un problema exclusivo del cine venezolano. La enorme tarea de los cineastas venezolanos, es revertir esa sensación de insatisfacción de la audiencia con mejores películas, que siento que se están haciendo.”
Y yo también.

2 comentarios:

Ocalannie dijo...

Qué emoción! Mandé a todo mi salón de Guión Argumental a verla este fin, Ojalá no me deje mal! jaja.

Caque dijo...

No es una obra maestra, pero es buena. Está lejos de ser una mala película y hace algo que no suele ocurrir en las pelis venezolanas: Emociona. El guión se fue por un camino que no esperaba y eso me gustó. A mi parecer, le sobra una subtrama, pero creo entender por qué está allí. No digo más, vela y hablamos. Qué día es tu clase de guión? Quiero ir.