miércoles, 30 de septiembre de 2009
A propósito de Misses... Puras Joyitas
Aprovechando el coletazo dejado por el infame y siempre divertido Miss Venezuela2009, voy a pedir permiso o perdón para rescatar de mi disco duro las impresiones y entrevistas que hice a Henry Rivero y César “Perrote” Oropeza con respecto a una de las películas venezolanas más populares de la última década: Puras Joyitas.
Los realizadores estudiaron juntos en la UCAB y han trabajado y crecido en el mundo de la publicidad dirigiendo comerciales y video clips. Hace varios años elaboraron un plan maestro que los llevaría en Diciembre de 2007 a dar su gran golpe: Estrenar su primera película.
Y lo lograron. La corona del concurso de belleza más importante de Venezuela “brilló por su ausencia” cuando la banda de pillos “Los Entendidos” se echó al pico uno de los tesoros más grandes de la cultura popular de nuestro país. Lástima que la organización Miss Venezuela se negara a prestar el nombre del concurso y tuvieran que mantener términos tan genéricos. ¡Que falta de visión la de esta gente!
La película fue sin duda un salto del cielo a la tierra comparado con lo que la gente estaba acostumbrada a ver en cine venezolano y es que desde 100 Años de Perdón, no habíamos visto en Venezuela a un grupo de sin vergüenzas tan pavo: Mario Cimarro, Jorge Palacios, Erich Wildpret, Miguel Ferrari, Juan Pablo Raba, Albi De Abreu, Vudú, Julie Restifo, Eileen Abad y Gabriela Vergara.
Lo novedoso fue que estos ladrones no venían del barrio ni del malandreo, sino que bebían de aguas mucho más estilizadas como las de Ocean’s Eleven o Snatch, huyéndole al realismo social que tanto daño ha hecho a nuestro cine y evocando el tono de las caper movies, donde el botín no es tan importante como la pinta de los personajes y el rebuscado plan para obtenerlo. Si a esto le agregamos un montón de misses en el elenco, la cosa parecía un tiro al piso.
Henry: De las 10 misses que estuvieron en el cuadro final del 2007, 6 estuvieron en Puras Joyitas.
César: Trabajar con ellas fue una nota. El guión les encantó, siempre estuvieron fascinadas de participar a pesar del ritmo de trabajo que tenían dentro del concurso.
Henry: El comentario social sobre la belleza y los concursos está en la película y ellas lo entendieron de inmediato. En clave de humor, nada aleccionador, pero ahí está. Las chicas tripearon y lo hicieron excelente.
Y Así Nació el Plan…
Henry: Hace años queríamos hacer un cortometraje sobre un recolector de basura que es devorado por su propio traje, pero no conseguimos financiamiento.
César: Hay veces que los cineastas se empecinan en hacer su obra maestra, nosotros sólo queríamos hacer cine. Ese era nuestro objetivo principal.
Henry: Por eso un día nos decidimos a trabajar con premisas más digeribles para conseguir financiamiento y para un equipo humano que va a dedicar 2 años de su vida a este trabajo. Hicimos una lista de 10 premisas, ordenadas por prioridades, bajo varios criterios. El primero, que la idea fuera barata…
César: Cosa que Joyitas no es.
Henry: Segundo, que sea muy venezolana.
César: Que estuvo a punto de no serlo.
Henry: Y tercero, que tenga que ver con robos. Total que joyitas estaba como de sexto en la lista. Le comenté la idea a Edgar Ramirez, quien estaba pendiente de nuestro proyecto del recoge latas y el brillo en su cara fue tal, que me hizo llamar de inmediato a César y decidirnos por esa historia.
César: Queríamos que la película fuera fácil de vender, de digerir. La premisa era poderosa y había suficiente carne para trabajar. Sumado a eso, nos conseguimos con reacciones super positivas de todas las personas a las que se la contábamos.
Henry: Para finales del 2006, el 25 de Diciembre, el niño Jesús nos regaló el guión ya listo.
De inmediato comenzó el tema del financiamiento. La premisa de la historia les abrió muchas puertas, la idea llamaba la atención, pero necesitaban un primer patrocinante de peso que rompiera el hielo y diera la confianza suficiente al resto de los inversionistas. En un primer momento, trataron de acercarse al canal de televisión patrocinante del concurso de belleza más importante de Venezuela, pero todo se dilató y quedaron fuera de la película. Por esta razón y a pesar de estar algo reacios por experiencias anteriores, se decidieron a concursar por el financiamiento del CENAC, el cual obtuvieron para su sorpresa. Esto facilitó la suma de todos los que vinieron después.
César: Nos asesoramos con allegados de publicidad, esa era una de nuestras ventajas como gente del medio. Debes ser un showman y especialista en vender tu idea. Es una de esas cosas que desarrollas con el tiempo, paralelo a tu talento como creador.
Henry: Hicimos una presentación en Power Point, tratando de explicar cómo nuestra película podía significar un retorno de inversión para el patrocinante. En ese sentido, hacer una película es parecido al negocio inmobiliario: Se acerca un arquitecto con un proyecto, un terreno y te dice que más o menos en 18 meses, va a montar un edificio y vas a tener un retorno de tu inversión con un porcentaje de ganancia.
César: El norte desde el comienzo fue que el producto fuera de calidad. Por eso cuando estábamos en ciertas etapas de producción y veíamos que había que invertir más dinero del que teníamos presupuestado, nunca nos detuvimos, ni tampoco nuestros inversionistas.
Henry: Todo lo que a nivel económico se le asignó al proyecto está en la pantalla, cada Bolívar está justificado. A veces uno ve películas que alardean de sus presupuestos y cuando las ves… Te preguntas dónde quedaron todos esos millones.
César: Y aquí no hay solamente dinero, aquí hay sudor, sangre, lágrimas y todo está ahí. Mi camioneta está totalmente destartalada, no hay ni un bolívar de lo que nos han asignado que haya sido usado para otra cosa. Al final, todo ese dinero es de los venezolanos. Ya sea de los inversionistas privados o del CENAC, teníamos la responsabilidad de responder al país con un producto de calidad.
Henry: Creo que cada vez será menos complicado conseguir financiamiento, en la medida en que se sigan haciendo proyectos en donde la audiencia pueda sentirse identificada, donde puedan responder a un producto de calidad. Despertar el interés del público es vital para que podamos levantar un cine como el nuestro. El hermetismo autoral, no implica que debas distanciarte de tu audiencia.
César: Puras Joyitas, puede terminar siendo algo tan tangible como un edificio, más incluso, los edificios se caen, las películas quedan en la memoria de la gente.
El Plan
El alboroto que se formó en el Miss Venezuela 2007, cuando un hombre se montó para robarle la corona a Miss Amazonas, fue confundido en algún momento como parte de la estrategia de promoción de Puras Joyitas. Sin embargo, el loco que puso a correr a todos los del equipo de seguridad que estaban en el Poliedro, no fue más que otra afortunada casualidad que ayudó a aumentar las expectativas del público en torno a la película. Y es que por primera vez en mucho tiempo, los realizadores no descuidaron la importancia de la etapa de promoción y diseñaron una estrategia de mercado sin precedentes para promocionar una película venezolana.
César: Hay varias peleas que lograr en este proceso de hacer una película, pero la más difícil es lograr que la gente vaya a la sala.
Henry: En Venezuela el tema del presupuesto es un tema largo y espinoso. Aquí nunca se ha diseñado una campaña de promoción grande, que es a veces tan importante como la película que estas haciendo. Los costos de realización no permiten asegurar parte de tu presupuesto para la promoción. Nosotros tuvimos en cuenta ese presupuesto desde el comienzo, queremos que el primer fin de semana vaya mucha gente y el boca a boca haga el resto.
César: Queremos hacer hasta muñequitos, para poder ganar esta primera pelea. No es descabellado que hasta saquemos un disco con la banda sonora de la película, la hizo el guitarrista de Bacalao Men y es de otro planeta. Hasta vamos a rifar un carro.
Henry: En un mercado tan pequeño como el nuestro, hacer una película con un presupuesto alto, es un riesgo inmenso. Debemos hacer todos los ejercicios de mercadeo para garantizar un público que salve la inversión. Por ejemplo, inyectando dinero en el trailer, tanto como solía gastarse para la promoción total de una película venezolana.
César: Incluso tenemos un blog, donde más allá de promocionar Puras Joyitas, tenemos la esperanza de que el lector pueda rescatar algún dato de nuestra experiencia y lo aplique en sus propias producciones.
Henry: Yo quería que la película fuera como una suerte de pasantía, donde la gente pudiera aprender y además dejar registro, para que los cineastas que vengan después, no cometan los mismos errores que nosotros. Tal vez nosotros no volvamos a hacer una película, pero el que viene más adelante no puede repetir nuestros errores, porque así todos podríamos seguir creando mejores películas.
La Secuela
Recuerdo que fui con mucho optimismo a la sala. Lo primero que llamó mi atención fue la publicidad por emplazamiento. Demasiado bandera. Entiendo que probablemente en el set tendrían a alguien de la marca encima verificando que sus botellitas estrella tuvieran la mejor apariencia posible en cámara, pero creo que se pasaron… Digo, una nevera repleta de botellitas en perfecto orden, planos casi frontales del producto, ¿No hubo maneras más sutiles de presentarlas o era exigencia del patrocinante?
Lo otro, realmente grave… Mario Cimarro. El pana no me gustó nada y tampoco a mi esposa (entonces novia) que prácticamente se quedó dormida. Los intentos del protagonista de Pasión de Gavilanes por disfrazar el acento le restaron fuerza, pero además, el tipo era demasiado plano, discursivo, ¡Una ladilla!… Sobretodo, siendo él quien habla de “lo que somos” de “Nuestro país”, un tipo que ni es venezolano, se hace difícil de creer. Creo, si no me equivoco, que su presencia en la película también fue resultado de una concesión importante para obtener patrocinio. Tal vez nunca lo sepa, pero sea cual sea la causa, fue un error brutal. Contrariamente, Tio André, Rodilla y Fun Boy estuvieron muy bien interpretados/casteados.
Por otra parte, se me hizo lenta. No tiene muchos picos. A pesar que el guión está muy bien blindado y no deja hilos sueltos al final, pero llegar hasta el momento en el que todo engrana, se hace eterno.
Usaron recursos visuales divertidos, la música está brutal (El tema principal me recuerda al tema inicial de Cowboy BeBop de Yoko Kano) y en el tercer acto el ritmo sube, los chistes funcionan y cierra arriba. A mi particularmente, el final me dejó con ganas de ver una segunda aventura de “Los Entendidos” donde puedan pulir un poco más los detalles de sus próximo golpe.
Dos años después de su estreno, sus realizadores aún no completan sus segundos trabajos (Por separado), pero tranquilos, vienen por ahí. César prepara un largometraje de acción titulado Muere Callado. De Henry no tengo idea, pero creo que también está rodando.
Un cineasta que ese mismo año también estrenó su opera prima, me comentó que le parecía absurdo que una película venezolana llegara a costar más de 3 mil millones de bolívares (como Puras Joyitas), cuando en realidad, no hay público suficiente en el país que vaya al cine para cubrir tal inversión.
A la película no le fue mal. Aún no se consigue en DVD, como suele ocurrirle a las cintas venezolanas, pero sí quedó en el inconciente colectivo como un caso atípico de buena factura técnica y temática comercial, que tal vez haya logrado restaurar un poco de la fe perdida (con razón) en nuestro cine.
lunes, 21 de septiembre de 2009
Venezzia o el Modesto Titanic Venezolano (Parte 2)
Bueno, he aquí mi último post sobre la que será probablemente la película venezolana más taquillera del año: Venezzia. La presencia de Ruddy es sin duda su mayor gancho. La cinta es un vehículo para su exposición, la cámara busca admirarla tanto como puede y hasta muestra más carne de la que le hemos visto jamás. Por otra parte, la presencia en el elenco de Alfonso “Poncho” Herrera, ex integrante del grupo mexicano RBD, ya garantiza la presencia en las salas de las 5 mil chiquillas que conforman su club de fans. Por si fuera poco, la historia pisa en terreno seguro, sin ánimos de tomar ningún tipo de riesgo. Visto así, Venezzia podría parecer un tiro al piso.
Pero vamos por partes. No sé si fue porque el personaje es demasiado ingenuo o porque estaba escrito para alguien un poco más joven, pero sentí a Ruddy algo fuera de lugar, como que no encaja en la piel de esa mujer de pueblo de los años 40. Eso sí, sale bellísima. Rafael Romero hace lo que puede de manera muy competente con un malo malísimo pobremente escrito. Pero el que salva la patria y resulta toda una sorpresa es el pana Poncho, quien se roba la película y entiende a la perfección al cuate que interpreta.
Técnicamente, Venezzia es muy irregular, pero siempre he pensado que es el aspecto en el que menos repara el espectador promedio. Donde sí reparo yo, es en el guión. La película calca a la perfección el arco dramático clásico de películas como Titanic: Mujer oprimida por su entorno comienza a vivir luego de conocer a un hombre que le roba el corazón. La mayor diferencia es que aquí no hay barco ni secuencias realmente memorables, por el contrario, mucho bache y lugar común. ¿Por qué al comienzo de la película los personajes hablan en inglés y luego en español?
La nota de prensa reza que “los tambores, las comidas y el agua de coco le dan un carácter local a la historia”. !Por favor! Sólo recordar la escena en la que Ruddy impide que su galán muerda un coco me hace reír. ¿Un espía de la CIA no sabe lo que es un coco? ¿El coco es una fruta exótica? Ok. Yo opino que se necesita más que ají dulce, arepas, “huevos perico” y un coco para ser venezolano. Venezzia se siente hecha por gente que tiene demasiado tiempo fuera del país y que están desconectados de nuestra idiosincracia, es una película impersonal, sin identidad, que busca tener un appeal internacional a través de una venezolanidad que se siente artificial, postiza e insípida.
“Queremos que marque un antes y después en el cine venezolano.” – Comenta Ruddy Rodríguez- “Siento que Venezuela tiene mucho que contar y creo que la gente que vaya a ver Venezzia la va a recordar. Queremos que la gente se siente en ese cine y se le remuevan cosas (…) Colombia y México han hecho que sus películas compitan con las americanas, las nuestras también tienen que poder.”
Y ojalá lo logre, de pana. Al salir de la premiere, me topé con uno de los productores ejecutivos. De una, me lanzó la pregunta: “¿Qué te pareció?” Responder eso, justo allí, es un tema delicado. Además de herir susceptibilidades y egos, no es el momento ni el lugar para juzgar el trabajo de quienes se la están jugando. Así que me limité a celebrar lo bueno y omitir lo malo. El Productor me contestó: “Es algo lenta, pero esperamos que le guste a las carajitas. A las carajitas les debe gustar.”
Con esa frase lo dijo todo, Venezzia es una película comercial, cosa que me parece totalmente válida y necesaria en el panorama actual de nuestro cine. Quienes esperan algo más, tal vez salgan decepcionados, pero a las amigas con las que fuí a la premiere les encantó.
viernes, 18 de septiembre de 2009
VENEZZIA o el modesto Titanic venezolano (Parte 1)
Titanic, Australia, Pearl Harbor, La Mandolina del Capitán Corelli y un largo etcétera… La formulita de montar historias de amor enmarcadas en hechos históricos no es nada novedosa. Lo que sí es nuevo, es que una de estas historias tenga lugar en Venezuela en plena Segunda Guerra Mundial.
Haik Gazarian fue manager de Ruddy por 23 años. Aunque está poco claro qué tanto tuvo que ver con la incursión de la actriz en el mundo de la música con el disco Espejismo (1990), puede decirse que la unión de ambos fue más que exitosa. Sin embargo, las ambiciones de Gazarian apuntaban hacia la gran pantalla.
Estudió cine en la ciudad de Nueva York, realizó comerciales, videos musicales, programas de televisión y hasta trabajó 4 años como parte del equipo técnico y de efectos especiales de películas como Una Mente Brillante, Harry Potter y la Cámara Secreta y Misión Imposible. Luego de engrosar su currículum, Gazarian quiso desarrollar una historia de amor caribeña enmarcada en hechos reales. Ese, fue el génesis de Venezzia.
Haik: “Mi padre fue un sobreviviente de la guerra y siempre me apasionaron sus historias. Por eso para mí era importante dar el punto de vista nuestro, qué había pasado con nosotros en esos años. Me puse a investigar el asunto y descubrí que el papel de Venezuela fue clave.”
Ruddy: “Muy pocas películas muestran este lado de la guerra. Siempre tenemos el internacional, pero nunca el del Caribe. México dio enlatados, nosotros dimos combustible. Venezuela tomó una parte más importante de lo que la gente cree.”
Haik: “Yo ya había desarrollado la línea de la historia y los personajes en 1996. Ruddy y yo tenemos buenas relaciones creativas con los colombianos, estamos trabajando allá desde 1989, así que quisimos blindar el guión con escritores que tuvieran experiencia cinematográfica. Así, entramos en contacto con Jörg Hiller y Valentina Rendón, que habían realizado, Soñar No Cuesta Nada, la cinta más taquillera de Colombia en aquel entonces.”
Hoy, después de una inversión mayor a los 2 millones de bolívares fuertes, Venezzia llega a las salas con 13 años de trabajo a cuestas. Para su director, no fue sólo trabajo, sino una labor de amor. “Juntamos lo mejor de lo mejor. Queremos que la vea la mayor cantidad de gente posible, quiero que los venezolanos conozcan la historia. Es una película venezolana, pero con un mensaje global. La espina dorsal de la historia es una historia de amor, el lenguaje universal. Cine, global, para todo el mundo, a nuestro estilo, pero muy universal.”
¿Prometedor, verdad? Yo quedé picado. Aunque Gazarian pretende dar a conocer la importancia de Venezuela en un conflicto poco conocido por los venezolanos, esta anécdota no resulta más que un pretexto, un telón de fondo muy superficial, para narrar la convencional historia de amor entre Venezzia, una mujer medio ciega sometida por el marido, y el personaje de Alfonso “Poncho” Herrera, un espía norteamericano que viene a proteger del saboteo al principal proveedor de petroleo de las fuerzas aliadas en el Caribe.
En cuanto a la producción, es resabido que hacer cine en Venezuela es caro y difícil, pero hacer una película de época y además de guerra, resultaba un reto aún mayor. No sólo era un tema de vestuarios y escenografía, había que recrear desde cero y con efectos especiales lugares, batallas y embarcaciones militares que ya no existen. Organismos como el CENAC, La Villa del Cine, el Ministerio de la Cultura y las gobernaciones de los estados que sirvieron como locación, aportaron su ayuda para hacer realidad esta cinta que transcurre en la Venezuela de los años 40. Sin embargo, el 60% de la cinta fue financiada por capital privado gracias a nombres como Tony Fadell, Edgar Ramírez y debutando en estas lides, Ruddy Rodríguez.
“Me presento ante la sociedad como Productora Ejecutiva. La experiencia fue excelente. Somos literalmente los malos de la película. Los que decimos: Hay plata, no hay plata, linda la idea, pero no. Uno tiene que amarrar el bolsillo, saber a donde van los recursos, que sean gastados en tiempo exacto. Y es que mucho puede pasar durante el rodaje que puede poner en peligro la culminación del proyecto.” Comenta Ruddy.
Disculpen si voy graneando la información en cómodas cuotas. No quiero aburrirlos con demasiado texto ni mucho menos dar comentarios más personales antes del estreno. Aún queda una entrega más sobre Venezzia, espero sigan con ganas de pasar por aquí cuando la publique la semana que viene.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
¿Y... Dónde está la Vieja?
En el trailer de Venezzia se puede ver una anciana (Venezzia/ Ruddy Rodríguez) evocando el pasado y dando pie al inicio de la película: "La Historia está muy lejos de los libros". Cuando la ví, pensé que la película se iría por el mismo camino de películas como Titanic o el “Lamentable” Benjamin Button... “Viejita a punto de morir recuerda su amor de juventud con quien aprendió a montar cachos y a vivir la vida loca.”
“La experiencia fue muy rara. Como yo interpreto un personaje de varias edades, tuve que pasar muchísimas horas en maquillaje, empezaba a las 3 de la mañana y a veces era la una de la tarde y no estaba lista, fue duro para todos.” Comenta la actriz.
Pero más duro, imagino, debió ser tomar la decisión de sacar estas escenas de la versión final, porque en la proyección para la prensa de ayer no hubo viejita, ni maquillaje, ni nada. En su lugar, hubo un calvo. El prólogo y epílogo de Venezzia quedaron a cargo de Agustín Segnini (Primo de uno de los Productores Ejecutivos) en unas escenas que en mi opinión y sin menospreciar el trabajo de nadie, no aportan absolutamente nada.
La película se estrena el 25 de Septiembre. Sirva este post como un adelanto de la entrevista que le realicé al director Haik Azzarian y a la mismísima Ruddy, quien se estrena como productora ejecutiva. Los comentarios adicionales después de haberla visto, van de cajón.
lunes, 14 de septiembre de 2009
Libertador Morales 2: Judgement Day
Cada oveja con su pareja. Ciudad Gótica tiene a Batman, Caracas tiene a Libertador Morales, un mototaxista que defiende constantemente los buenos valores. El tipo es algo monotemático pues cita a Bolívar cada cinco minutos y hasta lo lleva tatuado en la espalda. Como le dice su novia: "Es como acostarse con El Libertador en persona". !Diox!
Libertador, como casi todo venezolano, ha sido víctima del hampa. También tiene un chamo medio dañado e invita a sus colegas a que no se coman la luz y usen el casco. Pero en las noches se viste de cuero negro y monta su moto "Tunneada" para deshacer, junto a su cómplice Palo de Agua (un indigente interpretado horriblemente), los planes de una banda de maleantes de comiquita que azota el barrio.
Y es que Libertador Morales es precisamente eso: Una comiquita. No pretende (Creo yo) ser una película de acción y aventuras, ni tampoco ofrecer una mirada más realista y por ende, mucho más cruda, de cómo sería un justiciero anónimo en nuestro país. Es una fantasía algo ingenua, censura AA, de humor más que ligero y con un tono televisivo a flor de piel. Con todo esto puedo vivir, pero aún así, la película tiene gazapos de guión, lugares comunes, unos cuantos deux ex machina y una subtrama sobre un niño enfermo que está totalmente de más y que a mi parecer matan una premisa que pudo ser un palazo.
La directora y guionista, Efterpi Charalambidis, hizo un postgrado de cine en Nueva York. Allá escribió la primera versión del guión con el aporte del CENAC, luego se vino a Venezuela y se puso a afinarlo para concursar por financiamiento para esta, su ópera prima. Mientras esperaba respuesta, habló con el consejo directivo de La Villa del Cine (Donde ya trabajaba desde hace varios meses), consideraron el proyecto, les gustó y se ofrecieron para producirlo en su totalidad.
"Me propuse cierta frescura balanceando varios géneros. Dentro de ese humor criollo que se maneja en la película, hay una cosa entrañable, muy nuestra, un mensaje que te hace reflexionar. Toca una cosa muy humana, que de alguna manera lo pedía el cine nacional. Yo lo hice así, pero bueno, esto fue lo que me salió del alma, del corazón y tal vez eso es lo que tiene." Comenta Efterpi.
Otra cosa que tiene la película y que hace rato no veíamos en el cine nacional son secuencias de acción. Pocas. Pobres. Pero secuencias de acción al fin y al cabo. Acertadamente, la película no pretendió descansar en ellas para justificar su metraje. Eso sí, hay una acrobacia motorizada en el puente que conecta la Avenida Baralt con el Paraiso que me sorprendió mucho.
"Yo quería hacer más secuencias de acción, pero había que ajustarse a lo que nos daban de presupuesto. Los productores nos decían “podemos hasta acá”.
¿Te inspiraste en algo para hacerlas? Digo, ¿Dónde se aprende a hacer secuencias de acción en un país como el nuestro? ¿Qué secuencias de acción viste antes de rodar Libertador Morales?
"No sé que tan bueno sea decir esto, pero vi hasta Terminador 2. Allí hay una persecución en moto espectacular. Vi muchas escenas de persecuciones en moto, son muy difíciles de hacer pues requieren de muchos planos que cobran vida en edición. Fue muy divertido, aunque laborioso porque cuesta muchísimo poder hacer una secuencia completa. Fue uno de los grandes retos, por primera vez estaba abordando escenas de este tipo."
Cuando estaba viendo la película, nadie se burló. De hecho, mi esposa (Que no come cuentos con el cine nacional) no me dijo ni una vez que nos salieramos. Con todo lo que pueda criticarsele, la película es llevadera, se pasa el rato con el humpor costumbrista y al final, pudo un poco con nuestro excepticismo inicial. Nosotros no éramos los únicos excépticos y Efterpi lo sabía.
Efterpi: "Cuando estaba la expectativa del estreno y salió el trailer, se generaron opiniones encontradas. Hay mucho escepticismo con el cine venezolano. Hay una tendencia marcada en nosotros a no creer en lo nuestro. La idea de un héroe que venga de nosotros, de nuestro día a día, es como inaceptable. Los héroes tienen que ser de afuera o sobrenaturales, pero que exista uno mototaxista, que generalmente tienen una imagen tan negativa, hace que de entrada haya un prejuicio."
"Además tienes que luchar contra la polarización política. El hecho de que la película haya sido financiada por La Villa del Cine, hace que de entrada muchos la tilden de chavista. Durante la promoción tratamos de desarmar ese prejuicio que aún continúa, la gente piensa que es un panfleto político. Bolivar ya está politizado, se lo atribuyen sólo al oficialismo, pero no, Bolívar es de todos, no es exclusivo de nadie." Y esto se agradece, la película no es divisionista.
"En Venezuela hablamos siempre de héroes intangibles, próceres a quienes no vemos sino en pinturas, que están idealizados. Pero idealizar un personaje tan cotidiano como un mototaxista se nos hace difícil, tenemos muy poca fe. Necesitamos eso. Lo pedimos, lo necesitamos. Por eso lo escribí, porque yo también lo necesito."
En fin, que Libertador Morales montado en su motico le ganó la carrera hacia el Oscar a La Virgen Negra de Ignacio Castillo, Macuro de Hernán Jabes (Mi Voto), Perros Corazones de Carmen Laroche, Un Lugar Lejano de José Ramón Novoa, Venezzia de Haik Gazarian y A mi me Gusta de Ralph Kirchnard. En el camino deberá competir con The White Ribbon del monstruo Michael Haneke.
Es como cuando llegamos tarde de alguna fiesta y vemos dormir al inofensivo Guachimán en su garita mientras se supone que cuida la urbanización donde vivimos. Uno no confía completamente en su capacidad de defendernos, pero igual se le agarra algo de cariño.
viernes, 11 de septiembre de 2009
Libertador Morales y los Superhéroes Criollos (Parte 1)
Debe ser jodido ser superhéroe en Venezuela. O llevas las de perder contra el hampa y la corrupción o das risa con algo de patetismo. Debe ser por eso que hay tan pocos. ¿Cuántos recuerdan ustedes?
En el suplemento Meridianito que venía encartado los domingos en Meridiano, la última página era fija de la creación de Juan Medina, El Guardián, que ataviado con un traje blanco y un casco que ocultaba la mitad de su rostro, tenía aventuras futuristas en el espacio tipo Battlestar Galactica, pero en venezolano rajao.
También recuerdo El Patriota, de Omar Cruz. Un superhéroe medio chavista que iba a salir encartado en aquel aborto de medio llamado El Correo del Presidente y que entre otras cosas, le daría a los malos una "lección" de la, en aquel entonces, nueva constitución bolivariana. Detrás de la máscara, estaba un técnico en computación y su arma principal era un bate autografiado por Andrés Galarraga. No sé cuántas ediciones fueron publicadas ni qué fue de él. Dicen los malos que murió de un paro cardíaco cuando le encrustaron a la fuerza otra estrella a la bandera que tenía en el pecho.
Podríamos mencionar a Martín Valiente (pero este era un héroe de radio y no tengo dibujito) o a aquel bicho gafo que hacía Emilio Lovera en la única serie de superhéroes que se ha hecho en Venezuela... La hizo RCTV y creo que se llamaba Gaviman o algo así... Duró menos que flatulencia en chinchorro, pero bueno, está ahí (Si alguien recuerda el nombre, bienvenido). Pero retomando lo de los heroes patéticos que dan risa, entra en nuestro diminuto universo Marvel Libertador Morales: El Justiciero, primer superhéroe venezolano en llegar al cine.
Cuando proyectaban el trailer en las salas, la gente se reía y burlaba a todo pulmón. Lo mismo cuando veíamos un cartel en la calle o cuando dijimos que iríamos a verla al cine: "¿Qué? ¿Tú vas a ver esa vaina?" "Psssst! Y ahora dizque un mototaxista superhéroe." Siendo justos, la palabra "superhéroe" no aplica del todo, Libertador es más un vengador anónimo al mejor estilo de Charles Bronson. Un hombre que decidió no calársela más y salir a pelear contra la indolencia.
Y sí, yo quería verla en el cine. Quería comprobar con mis propios ojos que era tan mala como su campaña promocional, quería oír los comentarios mal sanos de la gente en la sala y también la reacción de mi esposa, quien suele ser reacia casi siempre al cine nacional. Lo confieso, el morbo y la curiosidad fue lo que nos llevó a la sala a mi y a muchos otros amigos que fueron a verla después.
Hoy me entero que este superhéroe criollo pretende alcanzar o mofarse de lo que no logró The Dark Knight el año pasado: Alzarse con un Oscar como mejor película, en este caso, extranjera. La ópera prima de Efterpi Charalambidis (Una mujer) fue seleccionada después de varias semanas de discusión, a través de una comisión integrada por miembros de la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos (ANAC) y la Cámara Venezolana de Productores de Largometrajes.(CAVEPROL).
Vamos por partes y esta es sólo la primera. Adelanto de entrada que la película no nos pareció tan mala como imaginábamos o como nos decían. Y por supuesto, más detalles de la postulación y una entrevista con la directora de la película y su postura ante la predisposición del público, como la mía. Sigan viniendo...
Mauss
Con motivo de que me da la gana, quiero escribir sobre este libro del que tenía tiempo oyendo buenos comentarios pero no había podido leer. Mauss de Art Spiegelman es una novela gráfica, o mejor dicho, LA NOVELA GRÁFICA. Mis amigos, Carlos y Geo, me habían hablado de ella en el 2006 y finalmente llegó a mis manos hace unas semanas.
Si no había escrito antes era por falta de tiempo, porque esta belleza se lee en una sola sentada. !Así de buena es! En dos platos, el autor cuenta la historia de su padre, Vladek Spiegelman, sobreviviente de Auschwitz. Pero es mucho más que el típico cuento de dolor y penurias tipo Lista de Shindlrer o El Pianista... Mauss expone las secuelas psicológicas del holocausto en el sobreviviente, los efectos en las dinámicas familiares y un montón de cosas más, de manera simple y brillantemente ilustrada.
Los judíos son ratones, los Nazis gatos, los gringos perros y los polacos puercos. En fin, en internet hay kilómetros de información mucho mejor escrita sobre el autor, sobre la obra, sobre los premios y la calidad de la misma... Mi único aporte sería el de ahorrarles dudas y confirmar lo que los demás dicen: Mauss es brutal.
miércoles, 9 de septiembre de 2009
lunes, 7 de septiembre de 2009
El Enemigo: Violencia e Independencia según Lamata
“En una guerra moral, si actúas como el enemigo eres el enemigo”
- Personaje de "Danielita" Alvarado
Voy a aprovechar el comentario que el pana Stone25 hizo sobre El Enemigo en mi post anterior, para explayarme a hablar de la que considero la mejor película venezolana del 2008. Sí, para mí la mejor. Aunque me caigan encima quienes la odiaron, siento que los premios recogidos, la nominación al Goya como mejor película extrangera y la pequeña recaudación que tuvo en taquilla, no le hicieron suficiente justicia a esta historia sobre el desencuentro, el rencor, la venganza y tal vez la redención de dos habitantes de Caracas víctimas de la violencia.
La humilde madre de un joven abaleado y un fiscal del Ministerio Público cuya hija fue víctima también de una balacera, coinciden en una angustiante noche en los pasillos del Hospital Clínico Universitario de Caracas. Ambos esperan que sus hijos continúen con vida al amanecer. Ese encuentro aparentemente casual, no es fortuito. Un secreto se oculta detrás de esa falsa coincidencia y se va revelando a lo largo de El Enemigo. La historia está inspirada en la pieza teatral Un corrío muy mentado, de Javier Moreno y fue adaptada a la pantalla por el director Luis Alberto Lamata, quien encontró elementos particularmente atractivos para convertirla en película:
“La obra era conmovedora, pero lo que más me gustó era que hablaba de una diferencia social única y poco explorada: Ese bache social que existe entre la clase media baja y la más popular. Otros países no lo tienen tan claramente palpable como Venezuela. Parte de lo que vivimos hoy, es porque ese bache se nos creó en algún momento. No es la diferencia social clásica que explotan las telenovelas, es una cosa más sutil. Es la historia de ese tipo que logró ser abogado, pero vive en el valle; es educado, no es un malandro y sin embargo, tiene un distanciamiento grande de la gente de barrio.”
Ése "abogado de El Valle" lo interpreta Carlos Cruz. La esposa de Lamata, Lourdes Valera, encarna a la madre y Daniela Alvarado a la hija del fiscal. El texto original contaba sólo con dos personajes en un solo escenario, Lamata enriqueció su guión agregando nuevas escenas, nuevos personajes, desenlaces e incluso anécdotas tomadas de experiencias reales ocurridas en el Hospital Clínico Universitario, como por ejemplo, el caso de algunas madres que vienen armadas al hospital a proteger a sus hijos de algún ajuste de cuentas.
“Ahorita estamos viviendo en Venezuela una guerra silenciosa con penas de muerte no declaradas. Incluso es un problema que sobrepasa nuestras fronteras y se extiende al continente. De lado y lado de los bandos que se enfrentan, siento que es preciso encontrar una capacidad de convivencia sin agresión. Fernando Sabater dijo en una entrevista una frase tremenda: El destino son nuestros semejantes. Sartre decía que los otros son el infierno, pero en todo caso están ahí, para bien o para mal, son nuestro destino. Y el dilema de estos personajes lo demuestra, el fiscal tiene una motivación sádica de indagar en el dolor ajeno de esta mujer, pero al asomarse al abismo de esta madre, ve su propio dolor.”
Independencia, Entrega y Solidaridad
Lamata también es responsable de Jericó (1990), Desnudo con Naranjas (1994), La Primera Vez (1997) y Miranda Regresa(2007), pero lo que hace diferente a El Enemigo, y que en mi opinión la convierte en un triunfo aún mayor, es que fue rodada de forma 100% independiente, sin apoyo económico del Estado o de la empresa privada.
¿Quién iba a pensar que Luis Alberto Lamata, luego de realizar una de las películas más caras de nuestra historia (Miranda Regresa) se aventuraría a realizar una modesta película independiente? Usando cámaras de video, con personal mínimo, dinero proveniente del aporte personal de sus productores y la solidaridad de técnicos y artistas, El Enemigo demuestra que un gran trabajo no siempre va acompañado de cifras millonarias o alardes de producción.
“Cuando trabajas en TV te acostumbras a trabajar con presupuestos incluso más grandes que el de Miranda Regresa. Por oficio, me he acostumbrado a hacer trabajos de encargo con presupuestos que no he levantado yo. Hay encargos más gratos que otros, en el caso de Miranda, pues me encontraba en mi elemento y además debía contar una historia que tenia una carga educativa importante y asumida. Estoy acostumbrado a esos saltos. En RCTV yo hacia un par de novelas y me iba a hacer mi corto con los realitos que podía conseguir. Incluso hoy, cuando hago una película, sé que el costo final de esa aventura es que luego debo trabajar en alguna telenovela para recuperarme o poder financiar mi próximo proyecto. Últimamente he vivido una luna de miel con el cine, que no es común en mi carrera.”
“En el caso de El Enemigo, el equipo de rodaje era muy pequeño, mínimo, pero muy profesional. Todos vienen de trabajar conmigo en otras películas. Se me hizo muy grato porque al hacerla con recursos tan mínimos, me permití concentrarme más en el trabajo actoral. Esta no es una película para hacer un gran alarde de imagen o producción, lo que tenía que contar, tenia que contarlo a través de los personajes.” Y en mi opinión, lo logró. En esta película, excelentes actuaciones hacen justicia a un gran guión.
El rodaje fue planificado en dos etapas con una pausa de 6 meses, que debido a dificultades económicas y otros compromisos del equipo se convirtieron en dos años. Los primeros 12 días se grabaron en el 2005 y los 3 días restantes en el 2007. 15 días en total fueron suficientes para contar esta historia en la que casualmente los eventos suceden con una diferencia de 2 años. El costo final de la producción estuvo cercano a los 300 millones de bolívares (De los viejos) y aunque a primera vista la cantidad de actores de renombre que participan en la cinta haga pensar que las cuentas no cuadran, los créditos finales del film se desviven en agradecimientos al elenco, que a fuerza de voluntad y ganas de hacer cine hizo posible la realización de una película de tan bajo presupuesto como El Enemigo.
“Sin ellos la película no hubiera podido realizarse.” Comenta Lamata. “La cosa no fue gratuita, yo creo que todo trabajo debe ser pago. Pero la mayor parte de ellos trabajó por cifras mucho menores de lo que suelen ser sus tarifas. Hay actores allí a los que les pagué con una cena. Uno como realizador debe saber qué fortalezas tiene. Yo contaba con la amistad de una cantidad de actores con los que he trabajado en televisión que se mueren por hacer cine. Es una cosa que además es bueno que lo sepan los cineastas independientes, porque muchas veces se les oye decir: “bueno, pero ese elenco es impagable”, pero la verdad es que si tu llamas a ese elenco para un proyecto que les guste, lo más probable es que lo acepten porque los actores de este país se mueren por hacer cine. Claro, cuando trabajas en una película como Miranda, donde ya cuentas con un presupuesto más holgado, pues por supuesto que pagas lo que se debe pagar.”
Chevere por Lamata, pero para mí, es allí donde está la pata coja de la película, pues cada vez que vemos cualquiera de estos cameos de "estrellas" de la televisión, a mí particularmente me sacaban de la trama. Sus apariciones distraen. "Ay, mira a Gledys Ibarra. Que buena sigue estando esa negra." "Mira a Alva Roversi... ¿Qué estará haciendo ahora?"... !Coño! No creo que la gente aquí coma tanto cuento con el fulano "cartel". ¿O me van a decir que nadie tiende la ropa como Caridad Canelón? No creo.
Lamata explica: “Desde que escribí el guión tenía una idea de qué actores quería. En el caso de Carlos Cruz, es un actor que a mi me parece fabuloso, tiene una sensibilidad tan grandota como él. Y en el caso de Lourdes Valera, independientemente de que sea mi esposa, siempre ha sido una actriz que he admirado mucho, incluso desde antes de empatarme con ella, me gusta mucho su capacidad de pasar de la comedia al drama. Todos los actores fueron muy profesionales. El tiempo que no fue de rodaje, fue tiempo de ensayos y muchos de los diálogos que están en la película son improvisados y surgieron de esas sesiones. Hay escenas completamente improvisadas, ni los actores sabían bien de que iba la cosa, pero habían preparado tan bien sus personajes, que se aventuraban a tomar ese riesgo.”
Con el Rancho bajo la piel
Los más viscerales críticos del cine nacional suelen apuntar sus argumentos hacia dos tópicos específicos: La violencia gratuita en muchas de nuestras películas y el excesivo uso de los barrios y malandros como protagonistas de sus historias. Sin embargo, Lamata responde: “Nunca vamos a dejar de hacer cine con malandros y barrios. Es parte de nuestra realidad y siento que es además nuestro aporte narrativo. Es como decirle a los gringos que no hagan cine de gangsters, cuando es un género que se reinventa cada año, desde El Padrino hasta American Gangster. Es un género del cine y nosotros tenemos nuestro género, que es el de malandros. Luego de hacer Jericó y Desnudo Con Naranjas, la gente me felicitaba porque yo no hacía películas de ese tipo, pero yo les decía: “Ya va, espérate, que yo también quiero hacer mi película de malandros”.
“En una percepción quizás un poco aventurada de mi parte, yo siento que al público le encanta ver películas de malandros. El venezolano tiene una fascinación con la violencia. No es casual que las películas más taquilleras de la filmografía venezolana sean: Homicidio Culposo, Secuestro Express, Macu, Sicario, la lista es enorme. Hay cierto morbo en eso de la violencia. La cosa es que hay que saber resolverlo, porque sino nos come. Siendo Caracas una ciudad tan armada, tan violenta, me parece maravilloso que aún haya una reserva de racionalidad y de necesidad de paz en los venezolanos, es importante aferrarse a ella. Lo negativo sería que sólo se hicieran películas de malandros. Y si algo bueno tienen la nueva ola de “operaprimistas” que está apareciendo es la diversidad temática. Se está rescatando el género de la comedia y eso tiene un valor importante. Hacer comedia es difícil y ojala reincidan, porque lo harán con la experiencia aprendida en sus primeras cintas. Creo que es muy bueno que el abanico se abra, es importante que el país recupere un cierto esfuerzo audiovisual que hable de nuestra historia y tenga un valor educativo, porque las películas, tienen un alcance enorme.”
viernes, 4 de septiembre de 2009
Volver al Pasado: Cine Venezolano 2007
El año de Pequeña Miss Sunshine, Niños del Hombre, El Laberinto del Fauno, Babel, Grindhouse y Ratatouille, me propuse abrir este blog para hablar principalmente de cine venezolano. La cosa no pasó de un penoso post que encontrarán al final de la página. Hoy, no sé si siga centrando mis post exclusivamente sobre este tópico, pero me he decidido a ser un poco más constante y me gustaría rescatar algunos escritos e ideas que quedaron flotando en el aire durante este hiato de 24 meses.
La primera, es la revisión de un año donde hubo prácticamente de todo en el cine nacional: Estrellas de Hollywood, disputas legales, dramas, películas buenas y malas. Un año atípico en el cine venezolano donde pudieron verse nuevos bríos en las pantallas, con ganas de sacudirse varios estigmas que se vienen arrastrando desde hace años.
En primer lugar debemos hablar de cantidad. En el 2007 un buen número de producciones nacionales desfiló por las pantallas del país.
Una de las primeras en estrenarse fue Al Borde de la Línea de Carlos Villegas. Su paso por las carteleras fue fugaz y poco después, su protagonista Daniela Bascopé, sería protagonista de mucho centimetraje de prensa a raíz del cáncer del que afortunadamente salió airosa. La película es bastante decente, con un estilo visual bien interesante y una historia que hablaba de cosas distintas a las que yo estaba acostumbrado a ver en el cine venezolano. Para mí, fue toda una revelación.
Luego vi Una Abuela Virgen de Olegario Barrera y 13 Segundos de Freddy Fadel. ¡The Horror!... Ambas me parecieron infames. “Como que seguimos haciendo las mismas vainas chimbas calcadas de las telenovelas” Pensé. Asombrosamente, estas dos películas se convirtieron en las cintas venezolanas más taquilleras de su año. The Horror, the horror…
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La directora Mariana Rondón estrenó su segundo filme Postales de Leningrado, que a través de una mirada infantil, examinó los efectos de la militancia de izquierda y la lucha armada clandestina en una familia venezolana a finales de los años 60. La película se vale de recursos visuales y narrativos que la convirtieron en la cinta nacional más alabada y galardonada de ese año. Obtuvo laureles en el Festival de Cine de Mérida, Biarritz y Sao Paolo, consiguió una nominación como Mejor Película Extranjera en los premios Goya y representó a Venezuela en los Oscars sin mucho que buscar, pues ese también fue el año de la monumental La Vida de Otros.
Meses después apareció Miranda Regresa. Primera producción de La Villa del Cine y para ese momento, tengo entendido, la más cara en la historia de nuestra cinematografía. Dirigida por Luis Alberto Lamata.
Los mejores comentarios se los llevaron la actuación de su protagonista Jorge Reyes y la factura técnica de la película, sin embargo, poco después de su estreno el ministro de la cultura Farruco Sesto hizo público un comunicado en el que miraba con malos ojos la aparición en la cinta de la actriz Fabiola Colmenares por no estar identificada con el proceso de gobierno. El ministro sugirió que los espacios culturales del estado no deben estar al servicio de los que él definió como “soldados oposicionistas”, levantando alarma entre otros grupos del medio artístico, incluida la para entonces recién creada Asociación Venezolana de Actores (AVA), quienes temían por la posible transformación de estos espacios en entes de exclusión política. ¿Equivocados?
En Miranda Regresa se incluyó una escena innecesaria protagonizada por Danny Glover. Y es que en aquel tiempo, el protagonista de franquicias tan capitalistas como Arma Mortal o Saw V, se paseó un rato por Venezuela en busca de fondos para financiar su película sobre el líder independentista haitiano François Dominique Toussaint-Louverture, obteniendo (supuestamente) la suma de 38 millardos de bolívares, cifra record con la cual (Dicen) podrían financiarse más de 30 películas venezolanas.
La Asociación Nacional de Autores Cinematográficos y la Cámara Venezolana de Productores de Largometrajes, hicieron público su descontento ante el caso Glover, definiendo el procedimiento como “desmoralizante y poco formativo para generaciones futuras, porque enseñan a nuestros jóvenes que no hay que concursar, no hay que competir, porque resulta más eficaz hacerse de favores políticos para realizar las películas.” A todas estas… ¿En qué quedó este asunto? ¿Se le dieron los reales? ¿La película se está haciendo? O ¿Se cayó el sueño de Danny?
Glover fue el primero de varios actores de Hollywood identificados con la izquierda que vinieron a curiosear ese año por acá: Naomi Campbell, Kevin Spacey y Sean Penn, quien dijo venir el país para “Ver con sus propios ojos la revolución del presidente Chávez”. Después vinieron muchos más, pero eso es tema de otro año y tal vez de otro post.
El último trimestre del 2007 gozó de más producciones venezolanas en cartelera con el estreno de Señor Presidente, un bodrio con calidad de unitario de RCTV producido por…Sí, RCTV, basado en la obra de Miguel Angel Asturias y dirigido por Rómulo Guardia. Hasta la fecha, no he encontrado la primera persona que me diga algo bueno de esta película. Yo tampoco lo voy a decir porque simplemente nada me pareció bueno.
También se estreno la curiosa ópera prima de Héctor Palma Ni Tan Largos, Ni Tan Cortos, en la que el actor/guionista/ director aprovechó el presupuesto que le aprobaron para un cortometraje y las energías de todo su equipo, para unir dos historias cortas en una sola sentada; La primera fue una adaptación de una historia onírica de Mario Benedetti, la segunda una historia original. A mi me gustaron los resultados, pero la gente salía picada de la proyección pues la película duraba sólo una hora.
Pero sin duda el caso más indignante del año fue: La Clase. Segunda película de La Villa del Cine basada en la novela escrita por, sorpresa, el entonces Ministro de la Cultura Farruco Sesto. Esta basura divisionista tuvo una buena factura técnica, no lo vamos a negar, pero el mensaje de la cinta dirigida por José Antonio Varela apelaba al resentimiento como pocas películas he visto. “Debes elegir de que lado estás”. Del de La Clase, seguro que no.
Y por último, 2007 fue el año de Puras Joyitas de César Oropeza y Henry Rivero, que aspiraba conquistar a la audiencia con una estrategia de mercado sin precedente en la historia del cine venezolano. Con una vibra similar a la de Ocean’s 11 de Soderbergh, se esperaba que estos ladrones que querían robar la corona del Miss Venezuela le demostraran a la audiencia que los venezolanos también podían hacer películas más “cool”. Y creo que hasta cierto punto, lo lograron.
Probablemente se me escapan algunas cintas o anécdotas, pero para mí, estas fueron las más destacadas. Más adelante me explayaré un poco más con algunas de ellas, pero por ahora, esto es todo. Y si se preguntan, por qué Elba en la portada, pues porque creo que ese año ella no apareció en ninguna película, lo cual, en tiempos de sobreexposición, siempre se agradece.
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