lunes, 24 de enero de 2011

Viajando con El Chico Que Miente

El 28 de Enero comenzó la travesía. Las costas de Venezuela son el escenario por el que transita un mentiroso de 13 años que busca verdades sobre su pasado y nos revela, entre mentira y mentira, las caras de un país que aún tiene abiertas las heridas del deslave de Vargas de 1999

Nadie lo planeó, pero la nueva película de Marité Ugás (A la Media Noche y Media) es la primera de tres cintas que (en teoría) serán estrenadas este año basadas en el desastre natural más grande la historia de Venezuela. No se equivoquen, aquí no verán un melodrama desgarrador, ni recreaciones espectaculares con efectos especiales de los derrumbes e inundaciones. Aquí les espera un viaje bien pausado, que se detiene a contemplar algunas de las verdades e historias mínimas de los personajes que van apareciendo en el camino.
El Chico Que Miente fue seleccionada por el Festival de Cine de Berlín para competir en su sección "Generation" dedicada a películas de temática infantil y adolescente y por si fuera poco, tiene la presión de ser la primera película venezolana en llegar a las salas luego de un año excepcional para el cine nacional, en el que los venezolanos volvieron a confiar y a disfrutar de las películas criollas. Las expectativas del público son altas, pero no toman por sorpresa ni amedrentan a su directora.

“Esta resurrección tenía que pasar. No me sorprende que el venezolano haya vuelto a creer en su cine.” Comenta Marité. “Estas óperas primas que han reventado la taquilla últimamente, están buenísimas, cada una manejando un género específico de manera excelente. A ver si le entra a la gente que el cine venezolano no es un género. Es un cine con miles de variantes, a veces buenas, a veces con mierdas que no merecen ser vistas. Lo que está pasando ahorita, es que hay muchas cosas que han quedado bien y que son distintas. Lo importante ahora es la diversidad.”

En ese sentido, El Chico que Miente no se parece a ninguna de las películas venezolanas estrenadas el año pasado. Empezando porque es una “Road Movie”, literalmente una "Película de Carretera", género cuyo argumento se desarrolla a lo largo de un viaje que sirve de metáfora del viaje interior de sus protagonistas. Vienen a mi mente Y Tu Mamá También, Little Miss Sunshine, Easy Rider y el recordado y melodramático viaje de Marco por los Alpes Italianos en busca de su mamá. Salvando las distancias, El Chico que Miente es una suerte de Marco criollo. Hace diez años que el deslave de Vargas le arrebató su madre al protagonista, pero convencido de poder encontrarla, inicia un viaje por la costa venezolana en el que reinventa su propia historia una y otra vez.

“La idea vino dando vueltas desde que estábamos filmando Postales de Leningrado. Había que terminarla para poder encaminarla, pero ya desde el rodaje, estábamos lanzando las primeras líneas. Tenía claro que quería manejar el género del “Road Movie” y la sensación de ansiedad y sorpresa que te propicia un viaje, con expectativas grandes. Quería que el tema de Vargas fuera como un paradigma que envolviera estos 10 años de historia en Venezuela.” Cuenta la directora.

Gente de Verdad

El guión de la película fue escrito a cuatro manos por Marité y su habitual colaboradora Mariana Rondón (juntas hicieron Postales de Leningrado y A la medianoche y Media). Desde el comienzo, se contempló darle a la historia un tratamiento casi documental, tratando de mantener el realismo y la verdad de los hallazgos que fueran apareciendo en el camino.

“Si se hacen películas con tanta distancia entre una y otra, para mi resultaba interesante tratar de meter todo lo que pudiera en la película.” Recuerda Marité. “El punto de partida era saber que íbamos a arrancar un viaje donde toda la logística de producción estaba pensada para estar moviéndonos y que en caso de que encontráramos algo, pudiéramos abrir el plan de rodaje para lo inesperado. Creo que se siente esa cosa documental, de impronta, en la que nadie sabía qué iba a salir de algunos de los personajes.”
El equipo de producción empezó a buscar locaciones y gente de la región para actuar en la película 4 meses antes de iniciar el rodaje, muchas de las primeras personas con las que se toparon terminaron en la cinta. Así, instalados en Ocumare de la Costa como base, ampliaron su búsqueda a los parejes de Nueva Cúa, Los Corales, Cuyagua, Cata, La Boca, La Ciénaga, Turiamo, Chichiriviche de Falcón, Las Salinas, San Juan y Los Médanos de Coro.

Sin embargo, el mayor reto de los realizadores era conseguir a un chico de 13 años que pudiera lanzarse una película de estas dimensiones a sus espaldas: 9 semanas de rodaje con protagonismo en todas las escenas, sin un solo día de descanso.

“Para eso necesitas no sólo un training físico y una motivación muy grande, sino que tengas el espíritu bien puesto, es muy fuerte aguantárselo.” Comenta la directora. “Queríamos un chico de 13 años sin experiencia, que nunca hubiera actuado ni en obras de colegio, que nadie le haya dicho nunca cómo pararse y que en su propia forma de vida pudiéramos encontrar los elementos que nos sirvieran para conectarlo emocionalmente con la historia. El gran trabajo fue encontrarlo. Yo vi a unos 500 chicos. A Iker lo vimos casi al inicio, fuimos reduciendo el grupo hasta que finalmente quedó. Cuando le dimos la noticia me dijo: “Ya era Hora”. Era demasiado el descaro. Estoy contenta con la elección. Hay una frase que nunca olvidare de él, que me dijo el último día de rodaje: “Nunca te dije que no” Y es cierto, hizo todo lo que le pedimos.”

Comparten pantalla con el debutante Iker Fernández, los más veteranos Laureano Olivarez, Beto Benites, Beatriz Vázquez, Gladys Prince, Francisco Denis, Dimas González y María Fernanda Ferro.

“Lo que me fascina de quienes ya han visto El Chico que Miente es la multiplicidad de lecturas que tiene.” Concluye Marité. “Lo que me propuse y siento que está logrando, es meterte en un “mood” que que te haga reflexionar. De boberías, de tu infancia, de tu pareja, de tu entorno inmediato, de tu país. Trato de evitar que algo sugiera una hipótesis con dirección a tesis.”

martes, 11 de enero de 2011

Marité Ugás: La Madre de El Chico que Miente

Marité es peruana. Estudió unos años en Cuba, vivió un tiempo en México y otro tanto en Venezuela. Por eso su acento es una mezcla de toda América Latina. Es graduada de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Lima y egresada de la primera promoción de la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños de Cuba. Fue allí que conoció a la venezolana Mariana Rondón, quien a partir de ese momento se convirtió en su principal colaboradora. Junto a varios de esos egresados, se anclan en la Caracas de los años 90 y forman la casa productora Sudaca Films.

“En esa época, era donde mejor perspectiva de cine había para armar una empresa.” Cuenta Marité. “La idea era armar coproducciones a lo largo y ancho del continente. Teníamos sede en Caracas, pero también tenía casa en Lima, Quito y Bogotá. Con el tiempo y las guerras territoriales, el grupo se fue disolviendo. Pero más entrados los 90, apareció el Programa Ibermedia y todo eso que nos costaba hacer se normalizó. Se hizo más viable y común escuchar que una película fuera una coproducción entre varios países del continente.”

En 1999 Marité y Mariana co-dirigen A la Medianoche y Media, que resulta galardonada como mejor ópera prima en el Festival de cine venezolano, en el Festival de Providence y en el de Montevideo.

“Por eso no me gusta llamar a mi nueva película como “ópera prima”. Mi primera película ya la hice. Así la haya hecho con una o 7 personas, ya está hecha. Fueron mis primeras alegrías y también mis primeros errores.” Comenta Marité.
Después de A la Media Noche y Media, Sudaca Films como empresa le costó más trabajo levantar otra película por cuestiones del continente. Marité se dedicó durante 2 años a dirigir telefilms para cadenas por cable Mexicanas, que eran rodadas en Argentina. Casi 10 años después de su primer filme, retomaría otra vez el camino del largo, pero esta vez como productora, con Postales de Leningrado en el 2007.

La cinta dirigida por Mariana ganó, entre muchos galardones, el Gran Premio El Abrazo del Festival de Biarritz (Francia). Hoy los puestos se intercambian: Marité dirige y Mariana produce El Chico que Miente, cinta que llegará a las salas el 28 de Enero y de la que seguiremos hablando en las próximas entregas. La cinta, es la primera película de una trilogía planeada por la dupla que lleva el nombre de “Grietas” y que tienen como punto en común la historia de alguien que busca rastros agrietados de su pasado y trata de resolverlos.

jueves, 6 de enero de 2011

Mis Impelables del 2010

He vuerto.

Promesas de año nuevo:
1. Escribir más seguido en el blog.
2. Refrescar esa imagen tan fea y plana que tiene, ¿Ya es hora, no?

En fin, que el título de este post es un tecnicismo. En realidad, no todas las películas que están en esta lista son del 2010, al igual que el año pasado, aquí coloco las cintas que YO VI y que MÁS DISFRUTÉ en los 365 que ardieron en la hoguera, desde clásicos en blanco y negro, hasta cintas nuevas que aún no han llegado (Ni llegarán) a Venezuela. No he visto muchas de las pelis que todos comentan, pero descubrí varias joyas que me hicieron recuperar la fé en el cine.

Sin ningún orden en particular, here we cum:

How Green Was my Valley (1941) Cuando se habla de 1941 como año cinematográfico, Citizen Kane suele opacar a las obras que pasaron a su lado. Sin embargo, esta película de John Ford es inmensa. Aunque la obra de Orson Welles haya resultado más innovadora y arriesgada, esta película ofrece un cuento clásico sumamente emocional acerca de la disolución de las familias. Lacrimoso, a ratos cursi, pero universal y efectivo.

High Noon (1952) Este año me dió por ver Westerns. Ya tenía algunos favoritos, pero quise indagar en títulos que por X o Y, no había podido ver. WAO! Que violencia, que incorrección y que cojones se encuentran en los clásicos del género. Peleando por estar en esta lista estuvieron Stagecoach y The Searchers, pero ninguno me impactó tanto como esta monstruosidad de Fred Zinneman. El showdown final es algo flojo, pero la cinta está contada en tiempo real y toca muchas fibras sensibles para el Venezolano de hoy que vive rodeado de cobardes y jalabolas.

The King of Comedy (1982)No soy fan de Scorsesse, pero este año, entre Shutter Island y esta joya, se ha ganado mis respetos. El Robert De Niro que hoy protagoniza bodrios de bajo calibre está aquí en uno de los mejores momentos de su carrera en el centro de una historia incómoda que se adentra en los anhelos de fama de un grupo de perdedores, de esos que casi no se ven en pantalla. Brillante y perturbadora.
Sophie Sholl: The Last Days (2005) Esta cinta alemana estuvo nominada al Oscar y no sé cómo perdió. Mejor dicho, sí sé, pero ni falta que le hace un premio a esta obra de arte. Adaptación de una pieza teatral basada en la historia verdadera de Sophie Sholl estudiante que se la jugó como pocos contra el Nazismo. Dura, emocionante. Los reto a que traten de sacársela de su cabeza una vez que termine.
Simpathy for Lady Vengance (2005) Par Chan Wook. Es todo lo que necesitan saber. El director se fuma unas cuantas lumpias para narrar visualmente este delicioso, macabro y perturbante cuento de venganza. Hablar más de la historia sería joderla. Si les gusta Kill Bill, Old Boy y ese tipo de cintas, no se olvidarán jamás de esos ojitos delineados de rojo. Revolutionary Road (2005) Sí, es con Leonardo Di Caprio. !Pero carajo, que actuaciones! Cualquier tipo de prejuicios que pueda tenerse con la pareja protagonica o su director Sam Mendes, se borra a los 5 minutos. Dirección, arte, fotografía y guión impecables en una historia demoledora y honesta como pocas he visto sobre el matrimonio, las expectativas y la necesidad de cambios. INCREIBLE.
Sin Nombre (2009) Una familia hondureña que trata de cruzar la frontera y llegar a los Estados Unidos en el techo de un tren y un pandillero perseguido. Listo. Pocas películas me mantuvieron más al borde de mi asiento que esta. El director Cary Fukunaga juega con la tensión, el realismo social y los sentimientos como le da la gana.

Ágora (2009) Alejandro Amenábar es un monstrico. Se ha paseado por el Thriller, la ciencia ficción, el melodrama, el horror y ahora la épica con cada vez mejores resultados. Tenía terribles referencias de Ágora, pero me fascinó. Es la película perfecta para ver en Semana Santa si quieren patear a Ben Hur y Jesús de Nazareth pues no hace sino cuestionar la religión y los fanatismos de una forma espectacular.
A Serious Man (2009)
Que un hombre pida consuelo en los brazos del hombre con el que su esposa le monta cachos no está bien, pero es comiquísimo. Si la crisis religiosa perdura, con el retorcido sentido del humor que los Hermanos Cohen derrochan en esta cinta de seguro terminan por volverse ateos. Brillante en todo sentido.
El Secreto de Sus Ojos (2009) A pesar de que suele repetirse, me gusta el cine de Campanella. Esta cinta puede que no sea transgresora, novedosa y que a muchos les parezca cursi. A mi me fascinó y no pude quitar los ojos de la pantalla en ningún momento. El plano secuencia del que tanto se habló, sigue siendo una de las secuencias que más disfruté este año junto a la persecución de motos de Tron legacy.
Hermano (2010) Nunca había visto una película venezolana 2 veces en el cine. Mucho menos que las dos veces agotara las entradas y mucho menos había visto una cinta venezolana que hiciera reír, emocionar o llorar tanto a una audiencia como lo logró la ópera prima de Marcel Rasquin. Hermano no es perfecta, puede que La Hora Cero estuviera mejor lograda, que haya sido más taquillera, pero esta fue la que me emocionó.
Enter the Void (2009) Gaspar Noé es un genio. Punto. Sólo él podía lograr una película como esta, un viaje alucinante y desagradable por igual, casi por completo en cámara subjetiva (con pestañeos y todo) y con una secuencia de créditos de antología.
Anticristo (2009) La imagen de la foto es tan extraña, elegante y perturbadora como el resto de la película. Genera ansiedad, repulsión, dolor y ganas de dejar de mirar. Emociones intensas. Justo lo que uno busca uando va a ver algo con un título como este. Lars Von Trier, ¿Quién más?
Inception (2010)
Metan Ocean's Eleven junto a The MAtrix y Paprika en una licuadora y sale esta maravilla de la que ya se ha hablado demasiado.
Toy Story 3 (2010) Poco puedo agregar, la amé. Tan buena y hasta mejor que las anteriores.
Scott Pilgrim Vs. The World (2010) No hay que ser fan de Edgar Wright (Que lo soy) para darse cuenta que esta locura de comedia de acción es una de las mejores del año. Visualmente alucinante, con un ritmo trepidante y creatividad en cada plano y acorde.
Black Swan (2010)
Hay más cine en los primeros 5 minutos de Black Swan que en las 2 horas completas de The Social Network. La cinta de Fincher me gustó, tiene un gran guión, pero esta quinta película de Darren Arofnovsky es una obra maestra y mi gran favorita del 2010. Natalie Portman, mi amor, ese Oscar es tuyo.